El colegio de infantil y primaria de Pedrouzos está convirtiendo varios espacios públicos en zonas verdes pobladas de árboles en los que prima el colorido de sus hojas y flores
23 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.La conocida abeja Maya de los dibujos animados anida en Brión con el esfuerzo de los alumnos del colegio de infantil y primaria de Pedrouzos y el apoyo del Concello. La popular abejita vivía en un país multicolor, y los niños brioneses están enfrascados en que los jardines del municipio sean también multicolores. Con el patrocinio de Voz Natura, el programa medioambiental promovido por la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, los escolares del municipio llevan varios meses de lo más atareados para convertir los espacios verdes, algunos de ellos afectados por la ejecución de obras, en lugares llenos de un color que se va transformando en función de la estación del año y del tipo de flores y frutos que producen. El nombre del proyecto no puede ser más clarificador: «Colorea a paisaxe», pero el resultado de tanto esfuerzo aún está por llegar. Los árboles ya están plantados pero habrá que aguardar algún tiempo para que llegue la prevista explosión de color. Para abreviar la espera se han plantado árboles de cierta envergadura, lo que garantiza también el éxito del programa, cuya meta final es crear manchas de color en distintos puntos del municipio. Para ello han plantado cerezos, que crearán manchas rosas y blancas; alces, que darán fuerza en un tono rojizo; castaños, que aportarán a la paleta los tonos ocres; lidiodendros, que garantizarán el amarillo; acacias de Constantinopla, que teñirán su espacio de rosa; abedules, que aportarán matices de amarillos; y carballos, con ciertas dosis de tonos plateados. Estas pequeñas manchas de color ya están a punto de estallar en las inmediaciones del centro comercial Monte Balado y en varios puntos del municipio, todos ubicados cerca de colegio. Senderismo y naturaleza Los niños del colegio han aprovechado el proyecto para practicar deporte, ya que se han trasladado a pie a las zonas de plantación. Como la tarea requiere cierto esfuerzo, el colegio de Pedrouzos contó con la colaboración de trabajadores del Concello, que se encargaron de excavar los agujeros en los que posteriormente se plantaron los árboles. Esto obligó a la coordinación de todo el proyecto durante los meses de noviembre y diciembre, período en el que se plantaron todos los ejemplares, que han sobrevivido a la operación. En el tiempo de espera para ver como tanto trabajo da sus frutos lo emplean con labores de vigilancia de los árboles, que en algunos casos sufren los efectos de algún desaprensivo que corta las cuerdas que los sujetan, por lo que deben afianzarlos de nuevo. De momento los problemas no han pasado de ahí.