En el centro escolar de Boimorto hablar de ecología es como hablar del pan nuestro de cada día. Buena muestra de ello fueron los talleres de reciclaje que se celebraron ayer gracias a los cuales se reutilizaron un sinfín de materiales de deshecho producidos por la actividad escolar como papel, cartón, chapas, botellas o plásticos, junto a una buena dosis de imaginación. Además, alumnos y profesores editan un boletín trimestral de temática ecológica y participan en el programa de la Unesco. El polideportivo del colegio de Boimorto fue el escenario elegido para organizar varios talleres de reciclaje. En ellos, los escolares pudieron construir una montaña con papel de periódico, realizar diseños con latas de refrescos, jugar a los bolos con botellas de plástico o hacer murales utilizando materiales como chapas. La actividad educativa genera una gran cantidad de deshechos, y en Boimorto encontraron un método efectivo y útil para librarse de toda esta basura: reciclando, educando y aprendiendo. Sin duda, una inmejorable manera de despedir el curso y celebrar, con un poco de retraso, el Día Mundial del Medio Ambiente. Con este tipo de iniciativas lo que se pretende en el colegio es concienciar a los niños desde su más temprana edad en unos buenos hábitos de consumo, inculcando la necesidad de reciclar todo tipo de materiales y además crear el hábito de un consumo responsable, racionalizando el uso de determinados materiales como, por ejemplo, el papel. Amplio programa Este tipo de actividades no son una novedad para los escolares boimortenses. Actualmente, están participando en el programa de la Radio Galega Os detectives verdes, en el que ganaron un premio en el año 2000 con un trabajo sobre las barreiras. Un año antes, recibieron un premio a la innovación educativa gracias al proyecto Valoración e respeto polo medio natural, humano e cultural. También participaron en el programa Voz Natura. Además, entre los alumnos existe un grupo ecologista llamado Cabaliño do demo. Esta agrupación edita un boletín trimestral que lleva el mismo nombre; y en la actualidad están participando en el proyecto de la Unesco, Hai un mundo por construir.