JUAN CAPEÁNS MI CALLE
19 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.Es la arteria más atravesada de Santiago, pero en la que menos cosas hay que hacer. Posee unos semáforos dignos de una gran ciudad, esto es, en ellos se juntan más de cuatro paisanos a la vez para cruzar. Los bancos escogieron esta zona para asentarse, deshumanizando una calle de aceras estrechas y mucho tráfico ciudadano y rodado. Por allí se dejan las cabelleras los cientos de clientes de José Touriño, y las pesetas los que pueden, porque a las zapaterías Campos y Milán -que no venden alpargatas precisamente- se les ha unido una tienda de Adolfo Dominguez, un lujo muchas veces prohibido para los que esperan al autobús. En uno de los edificios de la Senra medio viví en la adolescencia. Nos pasamos tardes y noches enteras en casa del ahora arquitecto Yago Lenguas, hijo de la periodista Isabel Bugallal, que por aquel entonces escoltaba a Fraga a pesar de su pequeño porte. Ella pasaba muy poco tiempo en el piso -el mismo poco tiempo que yo paro ahora en el mío-, y aprovechábamos para escuchar sus discos y acabarle con el VAT 69. Alguna vez me quedé allí a dormir y tuve el placer de despertarme con el sonido del piano de un vecino ilustre, Xerardo Estévez. Era mejor alcalde que músico. jcapeans.santiago@lavoz.com