Los vecinos del edificio Ermasa dicen no haber recibido ofertas para abandonarlo

M. M. SANTIAGO

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

La cooperativa de A Choupana asegura que los cuatro propietarios rompieron las negociaciones en enero Los vecinos del edificio conocido como Ermasa manifestaron su malestar por las obras de movimiento de tierras que se están ejecutando en las inmediaciones del inmueble y que están destinadas a la ejecución del proyecto de urbanización del Sup-5 de Maestro Mateo. Los propietarios aseguraron que «ningún responsable de la cooperativa, promotora u otra entidad se ha puesto en contacto directo» con ellos. Por su parte, el presidente de la junta de compensación, Eduardo Remóndez, aseguró que los vecinos recibieron una oferta en enero, que fue rechazada por los cuatro residentes de Ermasa.

31 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

De acuerdo con Juan Mata Cobas, de Electrónicos Ermasa, los vecinos del edificio del número 23 de la avenida Maestro Mateo están «sorprendidos e indignados» por la situación que están viviendo, ya que «ningún responsable» se pusó en «contacto directo con ellos» para informarles de su futuro. El citado edificio deberá ser derribado, ya que, de acuerdo con el proyecto de este polígono, la zona será espacio verde. Juan Mata indicó, en una nota, que la sorpresa fue aún mayor cuando «observaron como se levantaba acta notarial acompañada de informe fotográfico centrado en las partes que peor imagen puedan dar acerca del estado del edificio». Los vecinos indicaron que, «ante esta postura por parte de los responsables, de ignorar a los propietarios del edificio» mantuvieron una reunión con autoridades municipales sin alcanzar un «resultado satisfactorio». Los vecinos indicaron que están estudiando movilizaciones o «pedir auxilio» a la oposición municipal. Por su parte, el presidente de la junta de compensación, Eduardo Remóndez, aseguró que en enero se les presentó una oferta, que fue rechazada. Aquella propuesta consistía, según el presidente de la junta, en cambiar sus pisos actuales por otros en la nueva urbanización, con la salvedad de que los propietarios tendrían que pagar la diferencia de metros cuadrados a un precio intermedio entre el de mercado y el de cooperativa. La oferta se completaba con plaza de aparcamiento y trastero. Remóndez dijo que, cuando la oferta se rechazó, las viviendas pendientes fueron entregadas a cooperativistas. El presidente de la junta dijo que sí se alcanzó acuerdo con los residentes de una casa, también situada en el polígono. Eduardo Remóndez afirmó que los vecinos presentaron una valoración del edificio, que, en su opinión, supera «la realidad». El presidente cree que, según el valor de reposición, el edificio de Ermasa está valorado en treinta millones. Según su versión, la última valoración de los vecinos fue rebajada por los cooperativistas, pero no hubo respuesta de los residentes. Remóndez dijo que hubo varios contactos entre el abogado de la cooperativa y la de los residentes.