Una viguesa de 20 años reaparece 10 meses después tras leer en Google que su familia la da por desaparecida

E.V.PITA VIGO / LA VOZ

GALICIA

Nerea López  explicó a La Voz que se marchó voluntariamente porque es «mayor de edad». Asegura que está bien de salud y que quiere que su familia la deje en paz

07 jun 2015 . Actualizado a las 10:24 h.

Una joven que se identificó como Nerea López, a la que su familia de Vigo busca desde hace 10 meses, reapareció ayer tras ver en el buscador Google una noticia en la que sus allegados y el entorno la daban por desaparecida e incluso temían que estuviese retenida en contra de su voluntad. La mujer explicó a La Voz que se marchó voluntariamente porque «tengo 20 años y soy mayor de edad». Asegura que está bien de salud y que quiere que su familia, con la que dice mantener una relación conflictiva, la deje en paz.

«Me he enterado de que me daban por desaparecida porque lo han puesto en Internet, me he enterado por Google pero yo no he desaparecido, me marché sola porque quería hacer mi vida. No estoy secuestrada como dicen», explicó a La Voz. Estos meses estuvo acompañada de otra persona con la que ya no tiene trato.

La joven contactó el viernes por teléfono con La Voz y aportó como pruebas de su identidad el número de su DNI, su fecha de nacimiento (agosto de 1994) y los nombres de sus padres y su abuela, con la que convivía. No dio teléfono de contacto ni facilitó su paradero por miedo a represalias de su entorno. Pero expresó su deseo de comunicarle a su abuela que está bien. Le gustaría llamarla, dice, pero teme que si el resto de su familia la localiza la maltrate físicamente. Según dice, su clan no le perdona que no hubiese querido casarse con una persona de su etnia. Su idea es ir a la policía para probar su identidad y solicitar que retiren su nombre de la lista de desaparecidos.

En abril, la Sociedad Gitana Española, con Sinaí Giménez a la cabeza, decidió hacer pública su ausencia porque temía que le hubiese pasado algo ante la falta de noticias. La joven se fue el 8 de agosto del 2014, tras tomar un café a la salida de un culto de la Iglesia de Filadelfia, en Vigo.