Bigoleador ante Costa Rica, ya está entre los máximos artilleros de la historia: «Sabemos diferenciar cuándo somos familia»
25 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Si Busquets era la prolongación de Del Bosque en el campo, la mía es muy fácil. El señor Ferran Torres, que si no me coge mi hija y me corta la cabeza». Con naturalidad. Así confirmó hace unos días Luis Enrique la relación de su hija Sira Martínez con uno de sus jugadores. La pareja lleva más de un año de relación, cuando el atacante militaba en el Manchester City de Pep Guardiola, y ya nadie lo esconde: «Para nada me siento su prolongación. Fue una broma, ya sabemos cómo es el míster. Los dos sabemos diferenciar cuándo somos familia y cuándo entrenador y jugador. Lo estamos llevando muy bien y con naturalidad», respondió por su parte el valenciano.
Pero lo cierto es que al margen de la relación del seleccionador español con el novio de su hija, Ferran ha rendido siempre que ha acudido a su llamada. Debutó en septiembre del 2020 contra Alemania y, en su segundo duelo contra Ucrania, abrió su cuenta goleadora. Su versatilidad (puede jugar en cualquiera de las posiciones de ataque) y su olfato realizador lo convirtieron en indiscutible para Luis Enrique. Estando disponible, solo quedó una vez sin jugar (contra Portugal en octubre del 2020) y ha alternado más titularidades (23) que salidas desde el banquillo (9). Con el mérito añadido de hacerlo en unas demarcaciones con muchísima competencia.
Ferran siempre ha tenido contento a su suegro. Con 22 años (los mismos que Sira), ya suma 32 internacionalidades, en las que acumula 15 goles. Pese a su juventud, ya está en el top-20 de máximos goleadores históricos de la selección. Ha marcado los mismos que una leyenda como Santillana (en 46 partidos). Está a solo dos de la 14.ª plaza y a cinco de un mito como Zarra. Con más de una década por delante, tiene a tiro a Di Stéfano (23) y a Butragueño (26). Una tabla que lidera David Villa (59), todavía muy lejos del jugador del Barcelona, pero que al ritmo que lleva podría situarlo próximo a él.
Ante Costa Rica, Torres se convirtió además en el primer valenciano en marcar un gol en un Mundial en cuarenta años. Su doblete ante los ticos se suma a los dos tantos que ya había firmado en la Eurocopa del pasado año, demostrando que no le tiembla el pulso en las grandes citas internacionales. Los últimos, con dedicatoria especial ya que el atacante dibujó con sus manos una S, en referencia a la letra por la que empieza el nombre de su pareja, Sira Martínez, la hija de su entrenador.