Costas niega la rebaja de la línea en 5 núcleos y deja en el aire otros 12
VILABOA
El Estado no acepta nada en Vilaboa, mientras Sanxenxo sigue a la espera
20 jul 2015 . Actualizado a las 07:36 h.Costas no aceptará la flexibilización de sus normas en cinco núcleos de la ría y sigue sin pronunciarse sobre otros doce. El Concello de Vilaboa fue el primero en recibir las peores noticias que podía esperar. El alcalde, el socialista José Luis Poceiro, confirmó que Costas no acepta el reconocimiento de ninguno de los núcleos y, como consecuencia, mantiene en los cien metros el ancho de la franja de protección. Todas las casas en este área mantienen su carácter de fuera de ordenación y aquellas que se hayan construido o ampliado a partir de 1988, año de entrada en vigor de la primera Ley de Costas, son susceptibles de caer bajo la piqueta, aún en aquellos casos en que se construyeran con licencia municipal. Vilaboa no cumple con los criterios de la disposición transitoria de la ley. Lucharán por una excepcionalidad, conscientes de que es difícil que se la acepten.
En Poio, Luciano Sobral (BNG)explicó que solo les ha llegado el informe de uno de sus cuatro núcleos reclamados. Se trata de la ampliación del núcleo de Raxó y la rebaja de la línea de los 100 a los 25 metros entre la parcela donde antes estaba A Piolla y la conservera. En este caso también la respuesta es negativa. Los otros tres núcleos solicitados todavía están pendientes de informe.
Por su parte, en Sanxenxo, ocho núcleos propuestos por el Ayuntamiento en la época de la popular Catalina González, siguen pendientes de informe. Costas sí que se ha dirigido al Concello sanxenxino recientemente, según explicaron fuentes de la coalición de gobierno, pero en principio es para reclamar información complementaria sobre uno de los núcleos.
Marín culminó en diciembre los últimos flecos de su conflicto tras once años de lucha
Los vecinos de Loira, en Marín, fueron los primeros en la provincia en dar visibilidad, a través de la movilización social, al problema de los núcleos de litoral gallegos. Hace once años, cuando las inspecciones de la Xunta se transformaron en multas por cuartos de baño, cambios de tejados y otras obras semejantes, los vecinos protestaron y lograron algo que parecía imposible: la unanimidad de la corporación que luchó en adelante unida, independientemente de su color político, por solucionar el problema.
Diferentes iniciativas legislativas, que implicaron incluso al Parlamento de Galicia, acabaron fracasando, pero años de esfuerzos, de recopilación de informes y datos, de explicar en Madrid la singularidad de los cinco núcleos marinenses y, además, la aprobación de PXOM allanaron el camino y se logró un reconocimiento de los núcleos y la rebaja de su línea. Cuando se aprobó la nueva Ley de Costas, Marín pudo demostrar los últimos flecos y poner punto y final al problema en su municipio.