«No fue un buen día para debutar»

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

Antón se estrenó en la categoría con una dura derrota después de haber entrenado con el primer equipo desde el inicio de temporada

28 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Caras largas en el entrenamiento de este lunes. No habían pasado ni 24 horas desde la dolorosa derrota de Gijón y aún no había dado tiempo para lamerse unas heridas que este domingo ahondaron en la que se había empezado a abrir el 22 de diciembre con el 4-1 del Sanse. Desde ese día el Pontevedra no ha vuelto a ganar. Este domingo había esperanza en las caras nuevas. Y es que el partido contra el filial del Sporting tenía novedades en el banquillo, a las que acabaron recurriendo para buscar ese impulso que llegó demasiado tarde.

El gol de Rufo no valió para puntuar, ni las aportaciones de José García hicieron brillar en el medio del campo. Eso sí, en ese intento de arreón, Carlos Pouso recurrió al canterano Antón Vázquez. Para él si que fue un día especial. «No fue un día bonito para debutar, preferiría haber ganado 5-0, pero estoy muy contento de haberlo hecho», comenta este marinense de 20 años. Era la primera vez que el Pontevedra contaba con él después de entrenar cada día con el primer equipo y jugar el fin de semana con el filial, casi siempre como titular. «Supongo que viajé porque había bajas, probablemente haya un poco de todo, pero también habré hechos cosas buenas», explicaba ayer el mediocentro.

En los 13 minutos que salió en el sitio de Sana no pudo cambiar el ritmo del partido, pero iba motivado como para hacerlo. «Estuve calentando desde la primera parte, bastante fastidiado por ver el resultado del equipo, pero cuando Pouso me llamó para jugar, me olvidé y solo pensé que tenía que aprovechar mi momento», comenta Antón, que recuerda que el míster le pidió «que tuviese el balón y lo moviese de un lugar a otro». Al acabar le dio la enhorabuena. Para él eso valió un mundo, aunque no tanto como para olvidar la derrota.

Trece minutos son pocos para dar la vuelta al marcador, pero sí para fijar en el calendario el 26 de enero como un día especial. «Estoy muy agradecido por la oportunidad, debutar al lado de los buenos jugadores es una pasada» explicaba Antón. Ni él ni ninguno de sus compañeros lo podían hacer. Al término de entrenamiento, uno de los pesos pesados del vestuario granate, reconocía ese sensación de malestar que dejó la derrota. Al igual que Antón, Romay quiere extraer la parte positiva del 3-1. «Nos valió para saber que si estamos bien, podemos ganar a cualquiera», comenta. Con el 3-1, la remontada era complicada, pero después de una primera parte nefasta, el equipo se recompuso. «Tenemos que hacer autocrítica, debemos salir de la mala dinámica y volver a hace un mes, cuando todo era bonito», explica Romay, que además añade que tanto él como la totalidad de la plantilla «pienso que podemos dar más». Para el exdeportivista esto no quiere decir que no estén al máximo rendimiento, pero sí que pueden salir de cada partido con mejores sensaciones.

Tanto los veteranos de la plantilla, como los que acaban de llegar necesitan ver resultados a corto plazo para cambiar el chip de las malas rachas. Los jugadores tienen hoy su día de descanso para empezar a levantar la cabeza y reconducir una situación que le golpea con tanta fuerza cada domingo que les cuesta volver a levantarse el lunes. «Vamos a hacer borrón y cuenta nueva», se despide Romay, mientras Antón quiere volver a tener minutos para ayudar a corregir los errores.