La pontevedresa pretende realizar la hazaña de hacer dos «ironmans» en cuatro semanas
PONTEVEDRA CIUDAD
Solo hay una cosa más dura que hacer un ironman. Hacer dos. Y Saleta Castro está a punto de hacerlo. Hace cuatro semanas fue sexta en Frankfurt rebajando en diez minutos su mejor marca en el maratón y dejándola a solo mil puntos de la clasificación al mundial de Hawai. «No es muy habitual hacer dos ironmans tan seguidos, no estaba programado», reconoce la pontevedresa.
Sin embargo tras los buenos resultados y buenas sensaciones de Alemania, su entrenador le propuso la idea de intentar alcanzar el objetivo del 2017, estar en el mundial, este mismo año. «Me tomé dos o tres días para pensármelo, vi que estaba en buena forma y que hice mis mejores entrenamientos y vamos a intentarlo», argumenta cargada de ilusión.
Los problemas de estos días en Holanda no le afectarán, aunque «corrí unos días con calzado de calle y tengo los gemelos algo cargados», matiza sin demasiada preocupación. Ayer mismo ya montó su bicicleta y salió a entrenar con ella para comprobar que todo estuviese en orden. «Sin ella sí que podría tener algún problema, una mala postura podría darme problemas en la carrera a pie», explica.
Pero todo eso ya quedó atrás y Saleta solo piensa en «correr como nunca» para llegar al podio.