La oposición se abstendrá en la prórroga de las piscinas solo para garantizar que sigan abiertas

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Los grupos políticos quieren dejar patente su malestar con el retraso en la nueva concesión

18 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Existe un alto grado de malestar entre los grupos de la oposición con el gobierno local por el más que evidente retraso en el concurso para renovar el contrato de explotación de las piscinas públicas de Campolongo. Tanto es así, que los grupos se están planteando escenificar su reproche con motivo de la junta rectora del Instituto Municipal de Deportes (IMD) en el que se aborde la nueva prórroga del contrato, necesaria para que la instalación se mantenga abierta hasta que se resuelva el nuevo concurso.

Hace un año, el 30 de junio del 2015, con una nueva corporación municipal que echaba a andar -se había constituido apenas 17 días antes- se aprobó la sexta prórroga irregular del contrato. Era irregular, como las cinco anteriores, porque el contrato firmado en el 2000 era por diez años «improrrogables». Pero, como sucediera en las ocasiones precedentes, solo la ampliación evitaría el cierre de una instalación con alrededor de dos mil usuarios habituales.

Hace un año, BNG y Marea apoyaron la prórroga y Ciudadanos votó en contra. El resto de grupos políticos optaron por la abstención. Entonces, junio del 2015, la concejala de Deportes, Anxos Riveiro (BNG), que heredaba el área tras cuatro años de gestión socialista, prometía que en septiembre se convocaría el concurso.

Pero ha llegado junio, esa prórroga vence el día 30 y el concurso no solo no se ha convocado sino que no se prevé hacerlo este año. Esta misma semana se aprobó el estudio de viabilidad, primer paso para elaborar el pliego y sacarlo a licitación, pero el trámite no llevará menos de seis meses.

Así las cosas, las piscinas están abocadas a una prórroga irregular para seguir funcionando. Están en juego 50 empleos y dos mil abonos y la oposición se plantea qué hacer. Se da por hecho una nueva abstención solo para garantizar que las piscinas sigan abiertas hasta el nuevo concurso. Pero algún grupo, como el PP, no descarta mostrar su desacuerdo con un voto en contra, solo si está garantizado que ganará el «sí». Los de Jacobo Moreira ya están haciendo cálculos de los apoyos que obtendrá el BNG del resto de miembros de la junta rectora con derecho a voto.