La lectura de la memoria de la Fiscalía de Pontevedra desvela, en ocasiones, detalles desconocidos de la colaboración ciudadana en el marco de la lucha contra el delito. En este caso, uno de los aspectos más llamativos lo protagoniza la empresa Ence, que ha cedido sus instalaciones para la destrucción de alijos de estupefacientes.
De este modo, el fiscal antidroga Luis Uriarte, en su informe, da cuenta de que, a lo largo del pasado año, se llevaron a cabo un total de ocho actuaciones de quema de droga vinculadas a operaciones policiales realizadas en las Rías Baixas. Mientras que la mitad de estos alijos fue destruido en el punto habitual, la central térmica de As Pontes, otros cuatro acabaron convertidos en cenizas en las instalaciones de Celulosas.
En el documento, entre otras cuestiones, Uriarte refiere que en As Pontes «se llevan a cabo las quemas de todas las sustancias distintas a los derivados del cannabis, habiéndose quemado en el último año la cantidad total de 1.554 kilos de droga». De este modo, en Ence se procedió a la destrucción, «fundamentalmente», de las plantas de marihuana intervenidas por las fuerzas y cuerpos de seguridad en la comarca de Pontevedra, así como de los distintos derivados del cannabis. En total, solo durante el 2014, se destruyeron de este modo 376 kilos de este tipo de sustancias estupefacientes.
A partir del 2012, el ministerio público de Pontevedra ha venido llevando a cabo una serie de actuaciones encaminadas a quemar todos los «depósitos de droga antiguos que, por diversas vicisitudes, permanecían todavía en poder policial, a disposición de los respectivos juzgados». Esta labor posibilitó que, al cierre del pasado año, solo quedasen por destruir media docena de alijos, correspondientes todos ellos a procedimientos judiciales del 2014, salvo uno que es del 2013.