Formadores de los docentes públicos: «A intelixencia artificial veu para quedar e os profesores deben usala»
PONTEVEDRA
Desde el centro de recursos para el profesorado de Pontevedra señalan: «ChatGPT non só xera contido, senón que o explica. Igual é máis democrático que unha academia»
18 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Marta lleva dos años dando clase de literatura a alumnos de secundaria. Tiene ilusión y ganas, especialmente cuando le toca hablar en clase de alguno de sus autores favoritos, como Lorca. Lo hizo hace unos días y, como siempre, buscó fórmulas para transmitir esa pasión que siente por el literato asesinado. Creyó que lo había hecho y le pareció oportuno que tras todo lo trabajado en el aula ellos hiciesen un trabajo sobre La casa de Bernarda Alba. Cuando fue a corregirlo, llegó el bajón: «Casi todos habían usado ChatGTP y lo que habían escrito era idéntico. Me dio pena porque pensé que había tocado la tecla de su interés y creo que no fue así». ¿No lo fue? Es difícil saberlo. A este mismo dilema de Marta se enfrentan actualmente decenas de profesores de cualquier nivel de la enseñanza, también de primaria. Conscientes de ello, hace tiempo que los centros de formación del profesorado públicos, como el de Pontevedra (llamado CFR), trabajan para formar a los profesores y cambiar las cosas con respecto a la IA. Es decir, que en vez de un problema sea una oportunidad. Lo hacen partiendo de una premisa básica: «A intelixencia artificial veu para quedar e os profesores deben usala», dicen al alimón desde el CFR.
A la mesa se sientan tres de esos profesores que, en vez de dar clase, se encargan de formar a los docentes. Son Carmen Martínez, la directora del CFR pontevedrés, y Marcos Gómez y Manuel Abelleira, asesores digitales. Ellos hablan de dos cuestiones diferentes: por un lado, el uso de la IA por parte de los profesores; y por otro, del alumnado, dos cosas que ya se están haciendo, pero que conviene revisar de qué manera. Teniendo en cuenta que su principal función es formar a los docentes, empiezan por ahí. Los tres indican que existen aplicaciones de IA que ya se están empleando como herramientas por parte de los profesores y que su objetivo es darles a conocer más para que les saquen partido. ¿Para qué sirven?. «Utilízanse fóra da aula para axudar a programar e xestionar a documentación do docente. Tamén para preparar as clases, facendo que sexamos máis eficientes», precisan. Y ponen luego ejemplos concretos: «Pensemos nun texto que prepara un profesor. Ao mellor coa IA pode adaptar ese mesmo texto para facelo máis comprensible para distintas idades e empregalo en cursos diferentes ou dentro da mesma aula adaptalo a alumnos con distintas capacidades e necesidades», indican.
«Aquí somos máis cautelosos»
¿Qué pasa con los alumnos, cuando son ellos los que la utilizan de forma continua para hacer trabajos?. Ahí, Carmen, Marcos y Manuel apelan a la cautela: «O dilema, cremos nós, non é se o alumnado debe usar ou non a IA, senón cando se debe introducir na aula, de que maneira e, sobre todo, con que finalidade. Trátase de saber que vantaxes e que riscos temos cando o alumnado utilice esa ferramenta», matizan. Y en ese camino también va la formación que ofertan. Este curso se hicieron siete actividades AFI (actividades de formación individual) que recibieron 500 solicitudes de participación por parte de los profesores de la zona que ellos llevan, que es toda la provincia de Pontevedra, a excepción del área de Vigo. De ese medio millar de profesionales de la enseñanza interesados en la IA, algo más de 180 completaron el curso.
A los profesores se les mostraron las herramientas y también se debatió sobre el reto que supone la IA. Los tres especialistas del CFR se esfuerzan en poner ejemplos para que se les entienda. ¿Qué ventajas puede tener que un alumno utilice inteligencia artificial para que le ayude con los deberes? «Temos que ter en conta que ferramentas como ChatGPT, por citar algunha das que máis están utilizando os alumnos, non só serven para xerar contido, senón que tamén o explican, entón en determinados casos igual pode ser máis democrático ca unha academia, porque o acceso é máis fácil», indican. Los expertos insisten en que el profesor ha de buscar métodos de evaluación que le permitan ir más allá del comodín que puede suponer la IA para el alumno: «Se un rapaz ten que presentar na clase o traballo que fixo apoiándose nun xerador de contido e non sabe de que vai... pois está claro. ¿E se o fixo pero sabe do que fala e houbo aprendizaxe?», cuestionan. Por último, los tres recuerdan la responsabilidad de las familias en cuanto a las herramientas que usan sus hijos fuera del horario escolar.