Rivales políticos y sin embargo amigos: políticos del PP y el PSOE jugaron un partido de fútbol en Pontevedra que terminó con pincho de tortilla

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ganaron los populares, que ahora retan al BNG del alcalde Lores a jugar contra ellos

19 sep 2022 . Actualizado a las 13:01 h.

Era un simple partido de fútbol. O no tanto. El miércoles a última hora, políticos del PP y el PSOE de Pontevedra se calzaron las botas de fútbol sala y disputaron un encuentro futbolístico en el pabellón de Lérez. Se trataba de echar una pachanga y unas risas entre personas que se ven casi a diario y que son capaces de separar la rivalidad política de la esfera personal. Algo que se supone que debería estar totalmente normalizado, pero que desafortunadamente choca con estos tiempos tiempos del tuit hiriente a diario y el insulto permanente en las tribunas. De ahí la importancia del encuentro, del abrazo con el que terminó y de los mensajes que se lanzaron tras el mismo.Ambos equipos y partidos coincidieron en que se creó un ambiente sano en el que quedó claro que confrontar proyectos e ideas no tiene que ser óbice para mantener relaciones personales cordiales e incluso afectivas. El resultado fue lo de menos... aunque la realidad es que ganó el Partido Popular por dos goles contra uno. 

Vayamos al partido propiamente dicho. Los populares, vestidos de blanco (para disgusto de su líder local, culé declarado), sumaron a su alineación a casi todos los varones del grupo municipal, con Rafa Domínguez a la cabeza y otros representantes como Guille Juncal o Juanma Muñoz. También estaba con ellos el delegado de la Xunta en Pontevedra, Luis López. Se suponía que este último iba a ser la estrella del equipo por su pasado como jugador del Rodeiro, su municipio natal, pero llegó tarde por otros compromisos y no pudo demostrar todas sus habilidades en el terreno de juego. Juncal y Daniel Fernández (personal de prensa de la delegación de la Xunta) marcaron los dos tantos que les dieron la victoria a los conservadores. No hubo representación femenina en la cancha, pero sí en las gradas y el banquillo. Por la parte popular estuvo allí Pepa Pardo, tal y como destacaba Rafa Domínguez al final del encuentro. 

El PSOE, uniformado de rojo (no podía ser de otra forma), se presentó con un equipo más abultado. Allí estaban, dispuestos a sudar la camiseta, desde los concejales Iván Puentes y Marcos Rey a Héctor Santaló, Christina Fernánez, Jesús Iglesias, Sergio Vidal, Juan Blanco o Manel Fariña, entre otros. La edila Yoya Blanco se erigió como jefa de la animación socialista desde las gradas, donde también se dejó ver la senadora del PSOE Marica Adrio. Por la parte del PSOE se marcó un tanto, obra de Sergio Vidal. 

El encuentro, arbitrado por Nacho Limetre, periodista del Canal Rías Baixas, terminó, efectivamente, con la victoria de los populares. Pero, sobre todo, acabó con un abrazo colectivo, seguido de un buen pincho de tortilla compartida en la parroquia de Lérez. Las impresiones no podían ser mejores al acabar el encuentro. Rafa Domínguez, líder del PP en Pontevedra, señalaba: «Se creó un ambiente muy sano. Creo que con estas cosas se demuestra que más allá de la confrontación política todos tenemos relaciones personales cordiales. Nosotros mantenemos una buena relación personal en Pontevedra tanto con el PSOE como con el BNG, y así creo que debe ser. Me parece que son importantes estos mensajes, porque rivalizar en proyectos e ideas no implica hacerlo en el ámbito personal». Luego, aludía a la buena acogida que tuvo esta iniciativa deportiva, que partió de un grupo de periodistas de la ciudad y que anteriormente enfrentó a políticos contra trabajadores de los medios de comunicación, e indicaba: «Daba gusto ver la grada también y cómo nos animaron. La diputada Paloma Castro incluso trajo a sus niñas, fue muy entrañable todo», decía el líder del PP pontevedrés. 

Por su parte, el concejal socialista Iván Puentes señalaba: «Creo que é moi importante saber marcar as diferencias ideolóxicas e defender con firmeza nun pleno as diferentes visións que temos de Pontevedra, pero tamén fuxir das trincheiras ideolóxicas, da polarización e do enfrontamento permanente, que só empobrecen á sociedade». Y luego, añadía: «Podemos pensar diferente, discrepar ideolóxicamente e, ao mesmo tempo, facer o que fan o resto das persoas, pasar un bo rato facendo deporte todos xuntos, con independencia de ideoloxía de cada quen. Creo que iso é o que queren os veciños e veciñas, confrontación clara de ideas e proxectos, pero tamén convivencia e este partido foi un exemplo diso». 

También valoró positivamente el encuentro el delegado de la Xunta en Pontevedra, Luis López, que calificó el partido de ejemplo de «bo rollo». 

Eso sí, ahora habrá que ver si el BNG, el partido con máxima representación en la ciudad de Pontevedra, recoge el guante que le lanzó ayer el líder del PP. Dice que quiere enfrentarse a Miguel Anxo Fernández Lores además de en las urnas, en la cancha.