Antón Castro: «Están destruíndo a Illa de Esculturas» de Pontevedra

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

«Cielo Acotado», de Giovanni Anselmo, en la Illa de Esculturas de Pontevedra
«Cielo Acotado», de Giovanni Anselmo, en la Illa de Esculturas de Pontevedra Ramón Leiro

El ideólogo del espacio artístico carga contra el Concello por no respetar el plan de mantenimiento de las obras

17 mar 2022 . Actualizado a las 18:30 h.

El plan del Concello de Pontevedra para poner en valor las piezas artísticas de la Illa de Esculturas no gusta para nada al que fue el artífice de la creación de este espacio, Antón Castro. «O Concello está destruíndo a Illa», es su contundente diagnóstico. Una valoración que no se ciñe solo al proyecto presentado por el concejal de Patrimonio histórico, Xaquín Moreda —«ao que non teño a gusto de coñecer», dice Castro— sino a la actitud que ha mantenido el gobierno local con respecto al espacio artístico a orillas del Lérez desde su inauguración. «Sempre viviron de costas ás esculturas», acusa.

Castro recuerda que la Illa nació en 1998 de una idea suya «para socializar mediante a arte un espazo que era desértico». De la mano del Xacobeo se invitó a doce artistas de renombre internacional a diseñar piezas para esa zona, que había sido cedida por la comunidad de montes de Lérez. La Illa se inauguró en julio de 1999, apenas un mes del después recambio en la alcaldía de Pontevedra, y Antón Castro asegura que los problemas llegaron desde el primer día. «Un concelleiro do BNG díxome que non era un proxecto deles senón do PP. E por iso nunca lles interesou».

¿Que reproche hace Antón Castro al Concello? Que durante los 22 años de gobierno no ha mostrado «ningunha sensibilidade artística» hacia unas piezas que son únicas y que Pontevedra «debería coidar moito máis».

Instrucciones concretas

La principal queja de Castro es que el Concello nunca se interesó por el plan de mantenimiento de las esculturas. Se trata de un documento que atesora él mismo como comisario de la instalación artística y que ofreció «en varias ocasións» al gobierno local sin obtener respuesta alguna. «Cada un dos artistas que participaron na Illa deixou nese plan instrucións concretas a seguir», explica, porque cada obra se concibió expresamente para el espacio en el que se sitúa y para que la intervención en su entorno fuera mínima.

Antón Castro fue el comisario de la Illa de Esculturas de Pontevedra
Antón Castro fue el comisario de la Illa de Esculturas de Pontevedra Xesús Búa

Antón Castro afirma que ese protocolo de mantenimiento especifica que se debe respetar un espacio alrededor de cada pieza escultórica sin intervención alguna, «e iso non se respectou durante todos este anos» en los que la Illa do Covo ha sufrido una transformación muy notable.

Castro cree que el problema radica en que «no Concello teñen a concepción de que estas esculturas son estatuas, e non é así. Son pezas creadas para un entorno concreto, e o entorno forma parte da obra». Cuando se le pide un ejemplo, cita la obra de Giovanni Anselmo Cielo Acortado, un monolito de 120 centímetros de altura ubicado a la entrada del parque. «Coma o resto, é unha escultura ideada para un espazo específico, un espazo que non se podía tocar. Hoxe está sobre unha solaina de cemento e ten tres focos ao carón, incluída unha torre enorme de iluminación. Iso non forma parte da obra que concibiu o artista».

«Non pido aos políticos que sexan cultos, pero si que teñan respecto»

Antón Castro cree que el plan de puesta en valor presentado esta semana por el Concello resultará tan dañino para las esculturas «coma a intervención dos grafiteiros» que han llenado las piezas de pintadas. Porque el artista reprocha que esa limpieza que se pretende llevar a cabo alrededor de cada una de las piezas que hay en la Illa no se puede realizar sin tener en cuenta esas instrucciones que dejó por escrito cada de los artistas implicados.

«Eu non pido aos políticos que sexan cultos, pero si pido que teñan respecto pola arte e polo traballo feito, e iso é o que non vexo. É un caso de insensibilidade institucional», remarca. El comisario de la Illa de Esculturas cree que «o razoable» sería que si se va a llevar cualquier tipo de intervención en la zona se le consulte.

Además, Castro deja una advertencia: las esculturas son de cada uno de los artistas, que las cedieron al proyecto de la Illa de Esculturas pero mantienen la propiedad sobre cada una de las piezas y así figura en un contrato. «Pode ser que veñan, e ao ver a desfeita que hai en moitos casos, as retiren. Entón seguro que chegarán os lamentos polo perdido».