Siete concellos contratan personal para las cuadrillas de incendios

María Hermida
MARÍA HERMIDA PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Buscan peones, capataces y conductores de motobomba para trabajar tres meses

21 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque estamos en un año totalmente atípico, en el que muchos procesos administrativos van con retraso, los concellos empiezan a hacer algunas de las contrataciones de personal típicas del verano. Una de ellas es la de buscar operarios para las cuadrillas de incendios. Concretamente, contarán con esas brigadas municipales -que emanan de un convenio entre los ayuntamientos y medio rural- los términos de Campo Lameiro, Caldas, Cuntis, Portas, Cerdedo-Cotobade, Poio y Moraña, que en total contratarán a medio centenar de personas. ¿Qué perfiles se demandan? Como todos los años, lo que se buscan son capataces -este puesto requiere formación superior-, peones y conductores para las motobombas.

Los contratos no son de larga duración. Lo habitual es que se extiendan tres meses en el tiempo y que se empiece a trabajar el 1 de julio, aunque este año, con la pandemia de por medio, que dilató las contrataciones, pueden que algunas cuadrillas tarden más en ponerse en marcha. Este personal se encarga de acudir a los incendios para colaborar con las brigadas propias de Medio Rural pero, en caso de que no haya fuegos, lo que hace es desbrozar pistas y terrenos públicos. De hecho, lo habitual es que pase más tiempo en esta última labor. Los candidatos tienen que pasar tanto unas pruebas físicas como una entrevista personal. Se prima que sean desempleados mayores y de larga duración.

Saiar y Poio, dos parroquias abonadas a los fuegos, salen al fin de la lista negra

 

 

Medio Rural da a conocer cada año el Pladiga, que es el plan en el que se recogen todos los datos y acciones a llevar a cabo en materia de prevención y extinción de incendios. En ese documento se publican también dos listas: las de las parroquias de Galicia con alta actividad incendiaria y las de las zonas de especial riesgo de incendio. Esa clasificación se hace teniendo en cuenta los fuegos registrados en cada lugar año tras año y también las condiciones que presenta esa zona o el clima. Este año, hay buenas noticias para la comarca de Pontevedra. No en vano, al contrario que pasaba en otros veranos, actualmente ninguna parroquia de la zona se considera como de alta actividad incendiaria.

De esa lista negra al fin se cayeron dos parroquias abonadas durante mucho tiempo a los incendios. Se trata de la de Saiar, en Caldas, y de San Xoán, en Poio, que gracias a los datos del último año ya no están clasificadas como de alta actividad incendiaria.

Cabe destacar, eso sí, que la mayor parte de la comarca continúa dentro de la clasificación de zona de alto riesgo de incendio. Concretamente, están dentro de esta lista los siguientes concellos: Cerdedo-Cotobade, Barro, Bueu, Caldas, A Lama, Marín, Poio, Ponte-Caldelas, Pontevedra, Portas, Sanxenxo y Vilaboa. Quedan fuera, por tanto, solamente tres términos. Se trata de Campo Lameiro, Moraña y Cuntis. En los términos de especial riesgo de incendio, lógicamente, se intensifica la vigilancia para tratar de que la lacra de los incendios forestales no continúe. Habrá que ver cómo se da la temporada este año.

«Detectamos que por la pandemia muchos particulares dejaron de hacer desbroces»

 

m.h.

Manuel Francisco dice que estamos en un año «especial» para la prevención de incendios. Y, por una vez en estos tiempos, esa palabra no tiene nada que ver con el confinamiento: «Se cumplen treinta años desde la creación del servicio de prevención de incendios en Galicia, que por cierto fue el primero de España», afirma. El aniversario cae en un período complejo. Porque el confinamiento también le ha pasado factura a los montes. Y para mal: «Detectamos que por la pandemia muchos particulares dejaron de hacer desbroces. Muchos caminos que van hacia fincas que limpiaban los particulares están llenos de maleza y los están adecuando nuestras brigadas para que actúen como cortafuegos», explica Manuel Francisco.

El jefe de prevención provincial cuenta que el operativo en Pontevedra se mantiene con respecto a los años anteriores y que las brigadas, que estuvieron haciendo labores de desinfección durante lo peor de la pandemia, ahora están desplegadas ya por los montes realizando desbroces. Estos días trabajaban en lugares como Tenorio (Cotobade) o también en Moaña. Se centran, lógicamente, en limpiar infraestructuras estratégicas para la prevención de los fuegos.

Francisco dice que es importante tanto la labor de estas brigadas como la de las cuadrillas municipales. Y anima a más concellos a contar con este personal.