Un parón para recuperar efectivos

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARTINA MISER

Pedro Beda y Julio Rey se habrían perdido una semana de tres partidos

16 mar 2020 . Actualizado a las 22:41 h.

A la espera de lo que sucede con la crisis del coronavirus, y de saber si el estado de alarma se alargará tanto como para que se suspenda la competición, lo cierto es que el parón llegó precisamente en la semana más ajetreada del año para el Arousa, que debería haber arrancado ayer una serie de tres partidos en siete días.

A los arlequinados les correspondía recibir ayer al Somozas, en un duelo que se habría tenido que disputar en Portonovo, el jueves el duelo sería en el campo del Pontellas y el domingo la cita sería con el Choco, un rival directo en la pelea por el play off.

De los tres duelos, dos además tendría que disputarlos el conjunto arlequinado y prácticamente de manera segura de nuevo lejos de A Lomba, en un destierro que se está prolongando mucho más de lo imaginable.

El parón servirá además para que se complete la recuperación de Pedro Beda y, probablemente, también la de Julio Rey, que se rompió el codo durante el encuentro contra el Deportivo B y aún no ha podido regresar a los terrenos de juego. La lesión del delantero brasileño se produjo a principios de febrero en un entrenamiento y en un momento en el que volvía a estar de dulce. Trece goles en 19 partidos jugados acumula el punta, que se ha convertido en el fichaje más destacado por su incidencia en el juego.

Esa circunstancia y el hecho de que el brasileño sea la opción A, y prácticamente la única, para la punta de ataque convertían su ausencia en un drama en una semana sumamente importante. El plan que, en un principio, se manejaba con Beda era el de, quizás, disputar algunos minutos contra el Pontellas para que ya pudiera estar mejor de ritmo en el duelo contra el Choco, que visto lo visto, parece que es el que está, o estaba porque no se sabe muy bien cómo se acomodará todo este retraso, marcado en rojo. La prudencia con Pedro es más que lógica porque el tipo de lesión muscular que sufre tiene un porcentaje de recaída muy alto y la cautela es la mejor compañía en este tipo de casos. Joel Sanabria, que llegó en el mercado de invierno para colaborar en una zona del campo especialmente desguarnecida en la plantilla arlequinada como es la vanguardia también ha venido arrastrando problemas musculares.

El Choco ha ganado tres de sus cuatro últimos partidos y está situado en la quinta posición a solo cuatro puntos de los arlequinados. Mucho más cerca que un Arzúa que está a seis y con la diferencia particular de goles a favor de los de Rafa Sáez y de un Dépor B que está siete puntos por detrás.

El enfado de la afición por el retraso en volver a A Lomba salta a las redes

Fue el 9 de noviembre del año pasado, hace cuatro meses y una semana, cuando el Arousa disputó su último encuentro en el campo de A Lomba. Fue contra el Ourense CF y aquel duelo, que enfrentó al que ahora son el segundo y el tercer clasificado, acabó con empate sin goles y con una parte para cada equipo.

Desde entonces, el conjunto arlequinado ha tenido que ir buscando acomodo para disputar sus encuentros como local. Jugó un duelo en A Illa, varios más en Vilaxoán y el de ayer estaba previsto que se disputara en Portonovo.

La afición ha pasado de estar preocupada por el retraso, con las consiguientes incomodidades que ha supuesto para los seguidores arlequinados, ha directamente enfadada. Un enfado que escenificaron público y plantilla hace unas semanas con una pancarta en la que se reclamaba una solución para la situación y que ahora ha saltado a las redes, con una recogida de firmas en la que se piden soluciones en una campaña que está siendo especialmente brillante. «Hacía mucho tiempo que no estábamos tan ilusionados por la temporada que está haciendo el equipo», se apunta en el texto que acompaña a la petición de firma.

El problema es que el ritmo de las obras nunca pareció el más veloz, la empresa se ha ido amparando en las dificultades que se ha encontrando por el mal tiempo y, además, el estado del césped ha elevado la preocupación y el cabreo.