El Peixe está ante su fin de semana «crucial», como ellos mismos lo denominan. A finales de la próxima semana tendrán que reunir el aval para poder inscribirse el próximo año en LEB Oro. Tendrán que sumar cerca de 230.000 euros, en concepto de aval bancario, inscripción y arbitrajes, una cifra estratosférica para un equipo humilde. Así que en esta situación todos los esfuerzos suman para poder poner un pie en oro y sobre todo, hacerlo con solvencia. Para eso necesitan el respaldo institucional, empresarial y social de Marín. En este último aspecto trabajan estos días para llegar, al menos, a los 700 socios.
Cualquier club de esa categoría tiene entre esta cifra y los mil abonados, aunque otros como el Almansa, también recién ascendido, se fija la meta de los dos mil socios. El punto de partida es bien distinto, estos cerraron la campaña pasada con un millar de abonados. «Tenemos muchas esperanzas puestas en este fin de semana, estaremos en la Alameda la mañana del sábado y el domingo y por la semana, en la peluquería Conchi Moreira», indican desde el club. Sacarse un abono individual nuevo tiene un coste de 100 euros, frente a los 90 que supone la renovación. Hay precios especiales para los jóvenes y los colectivos especiales, así como para el socio familiar, en el que los adultos pagan 85 euros y los jóvenes (de 7 a 18 años), 35 euros. Tanto si es una renovación como si se trata de un nuevo abono, el pago podrá hacerse en dos plazos.
Desde el Peixe recuerdan que estos precios se mantienen hasta el 5 de julio, a partir de ahí todas las categorías se verán incrementadas en 10 euros. El año pasado el club marinense alcanzó casi los 500 abonados y ahora espera superar esa cifra y si puede, doblarla. «En baloncesto masculino hablamos del club de más nivel de la provincia y debería animarse más gente de la comarca y alrededores para ver el espectáculo en A Raña», señalan desde la casa peixiña.
El aval para poder inscribirse en LEB Oro está prácticamente reunido, pero el entrenador, Javier Llorente, ha recalcado que eso no es suficiente, sino que hay que poder hacer un equipo competitivo. Desde las filas marinenses hacen un llamamiento para que las empresas más fuertes de la comarca se impliquen en la «fiebre del oro».