«La retranca viene en nuestro código genético, en el ADN»

La Voz

PONTEVEDRA

ANGEL MANSO

15 feb 2019 . Actualizado a las 07:00 h.

Tiene claro que el público que se cite este sábado en Afundación con Noites de Retranca solo puede «esperar lo inesperado. Con Luis [Zahera], que acaba de ganar un premio, o con Oswaldo [Digón], que es uno de los humoristas más punteros de Galicia, y con lo que buenamente pueda hacer yo, que soy un poquito macarra, la gente no solamente se lo va a pasar bien, sino que probablemente se sorprenda». En este punto, a David Perdomo, emulando a Maira Gómez Kemp, solo le faltó terminar con un «y hasta aquí puedo leer».

-¿Hay algún hilo conductor en el espectáculo?

-No. En principio, cada uno tiene su propio monólogo individual y creo que Oswaldo y Luis van a hacer algo. Sí que es probable que improvisemos entre nosotros, pero eso surge más del momento que otra cosa. Estas partes de improvisación hacen que el espectáculo sea más dinámico.

-Antes aludía al Goya concedido a Luis por su interpretación en El Reino. ¿Le ha cambiado?

-(Risas) No, para nada. Creo que es de los actores más auténticos con los que contamos en Galicia y para mí siempre ha sido un referente. Esto no lo digo ahora que ha ganado este premio, sino que lo he dicho toda mi vida. Creo que, de hecho, este premio ha llegado un poquito tarde. Como buen actor de carácter que es, Luis es un tío con una personalidad y una forma de ser que es lo ha llevado a ser quien es. No ha cambiado absolutamente nada. Todo lo contrario, cada vez es más el de antes y esto es algo siempre de agradecer.

-¿Estamos en tiempos difíciles para el humor?

-Estamos en tiempos especialmente complicados para el humor. Siempre he sido un poco el enfant terrible de la escena gallega y me doy cuenta de que está complicado. Estamos mirando todo con lupa y hay ese complejo de piel fina que tiene todo el mundo que todo molesta. Parece que te puedes quejar absolutamente de todo. Esto hace muy difícil el humor, pero, por otro lado, también lo hace fácil porque toda esa censura lo que provoca en muchos cómicos es que nos rebelemos y vayamos un paso más, y que la comedia evolucione. Con las redes sociales, la inmediatez y la hipercomunicación está siendo complicado el humor desde el punto de vista que todo está en tela de juicio desde el momento que la opinión de todo el mundo es un abecé. En mi caso personal, ha servido para dar un paso más en el humor y entender lo que está sucediendo consiguiendo que la comedia camine más allá de lo que a la gente pueda molestarle o no.

-En su caso, además, como enfant terrible se mueve al límite de lo que muchos podrían considerar lo políticamente correcto…

-La línea realmente la marca uno. Es igual que cuando se dice que “no puedes hacer eso porque a los de arriba les va a molestar”. La línea la pones tú hasta dónde quieres llegar, hasta dónde te quieres mojar e implicar, hasta qué o cómo lo quieras contar. Creo que ahora la línea está demasiado abajo. Está más abajo que hace veinte años. Todo el mundo se indigna absolutamente con todo.

-¿Y de cara al futuro? ¿Hay futuro en el humor en Galicia?

-Es alentador. En Galicia, a parte de un código y una identidad propios dentro del humor, la cantera que viene es muy interesante. Dentro de todo el Estado, tenemos un humor muy particular, pero es un gran desconocido. Le auguro mucho éxito y mucho futuro. Espero que evolucione hacia un humor cada vez con menos censura y que la gente desarrolle la inteligencia un poco más respecto del humor…

-Pero, ¿es un humor que trasciende la retranca con la que siempre se nos asocia?

-La retranca viene ya en nuestro código genético, en nuestro ADN. La tenemos ahí e igual no es utilizada como lo podía hacer Castelao, pero sigue estando ahí. Es, quizás, el pilar base de nuestro sentido del humor.