Los vecinos del histórico barrio de O Burgo revivieron ayer la tradición de ofrecer a
Santiaguiño los primeros frutos maduros del año en vísperas de la festividad del Apóstol. La imagen del santo fue trasladada a hombros desde el templo parroquial hasta la casa de la familia Couto, en A Santiña, donde según la creencia cristiana el Apóstol recibió cobijo cuando peregrinaba a Compostela y en agradecimiento a esa hospitalidad les prometió que en esa finca madurarían todos las primeras cosechas.
Allí, la imagen fue adornada con las uvas y el maíz, un ritual que fue seguido por numerosos devotos. Los estandartes de la asociación de Amigos do Camiño Portugués y de la Cofradía del Apóstol participaron en el cortejo, que contó también con el acompañamiento del grupo de gaitas Os Algures.
La familia Couto lleva al menos seis generaciones, hasta donde la memoria les alcanza, recibiendo en su casa cada 24 de julio la imagen de Santiago Apóstol para rememorar una historia que los más devotos del santo mantienen viva, entre la tradición y la leyenda.