La barrera de edificios que ocultaron Santa María

La Voz

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Sucedió en 1992

23 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La barrera arquitectónica de Beiramar que permitió en esa zona edificaciones de seis alturas más aprovechamiento bajo cubierta, des destruyendo casi totalmente la visión del casco antiguo y de la iglesia de Santa María desde fuera de la ciudad, fue para muchos uno de los mayores errores del Plan General de Ordenación Urbana de 1989. Desde su entrada en vigor en 1990 la paulatina construcción de una muralla de edificios, desató una constante polémica y el 23 de noviembre de 1992, tras la concesión de la primera licencia, Comisión de Patrimonio de la Xunta planteó al Ayuntamiento una solicitud de modificación del PGOU para frenar esas edificaciones gigantescas en la avenida del Uruguay que afectaban al entorno de la Basílica. De nada sirvieron las múltiples denuncias sobre el exceso de alturas en Orillamar que resurgían cada vez que se concedía una nueva licencia. Hasta que a finales de los años noventa, ya con casi todos los solares construidos, cualquier posible rebaja de alturas llegaba tarde.