Opinión: El libro de la Historia de Galicia, por Rafael Rodríguez, director de la excavación

Rafael Rodríguez

PONTEVEDRA

25 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A Lanzada «un yacimiento castreño atípico» así lo definieron José Suárez y Francisco Fariña en los 90, el hogar de los «primeros gallegos» como se decía en los años 50, por ser una de las primeras necrópolis romanas excavadas en Galicia, pero ¿qué más es?

En una de las últimas visitas que recibimos a la excavación que está en marcha promovida por la Diputación de Pontevedra nos preguntaban ¿cómo definiríamos el yacimiento? Y sin dudar dijimos: «Como uno de los mejores libros de Historia para comprender el noroeste peninsular desde el siglo VIII antes de Cristo hasta la actualidad». Y esto que puede parecer una respuesta entusiasta, quizás exagerada, fruto de la inmersión en las tareas de excavación acompasados por una banda sonora marcada por las olas del Atlántico, tiene su explicación y razonamiento.

Las tierras y arenas que estamos excavando, albergan restos que nos hablan de la transición entre el Bronce Final y la Edad del Hierro, ocultos estos por ese yacimiento «atípico» en el que confluyen dos tradiciones culturales, la atlántica y la mediterránea, confluencia y contacto que se materializa en una factoría de salsas prerromana, que a su vez, cuando es abandonada en el siglo I antes de Cristo, será sustituida por una ocupación romana de la que dejan testimonio sus construcciones y sus muertos, como la ya famosísima Cornelia.

Pero es que no se queda ahí, la Edad Media también está presente a través de los restos de la fortaleza que pretendía proteger Compostela de normandos y sarracenos y que fue destruída por los Irmandiños, un pecio que reposa bajo las aguas del Atlántico deja testimonio de la Edad Moderna y la época contemporánea se muestra a través de la romería que en agosto se celebra en el lugar o también con el bum turístico que comenzó a poblar la costa de viviendas vacacionales unifamiliares. Y a todo esto, cuando a finales de noviembre nos despidamos de las tierras de Noalla, con seguridad que añadiremos nuevos hitos al conocimiento de este yacimiento paradisíaco y excepcional.