La repercusión económica

Tino Lores PRESIDENTE DE AMIGOS DEL CAMINO PORTUGUÉS

PONTEVEDRA

21 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el Año Santo 1993 en que se recuperó el Camino Portugués por los Amigos del Camino y comenzaron a llegar los primeros peregrinos, hasta hoy, han sido muchos los cambios que se han ido sucediendo. El mayor cambio fue el espectacular aumento en el número, pues pasamos de 500 peregrinos en el año 1993 hasta los 45.151 del pasado año 2015, peregrinos procedentes de los más diversos países del mundo. Otro de los cambios notables fue el hecho de que los peregrinos dejaron atrás la vieja idea de que para ser peregrino había que dormir en los albergues y comenzaron a pernoctar también en los hoteles y pensiones.

Estos hechos tuvieron y tienen gran repercusión en la economía de la ciudad, y ya son muchos los establecimientos que hacen ofertas especiales para peregrinos tanto en los alojamientos como en la restauración. Es evidente que el peregrino no es un turista al uso y por tanto no debe tratarse como tal, pero también es evidente que un peregrino tampoco es un vagabundo o un indigente, por lo que su paso por la ciudad aporta un importante ingreso económico.

Desde la asociación siempre hemos sugerido que los peregrinos con mayor nivel económico debían alojarse en hoteles y pensiones. Vemos con satisfacción cómo el pasado año más del 60% de los peregrinos ya lo hicieron. El Camino de Santiago, como nos recuerda el Códice Calixtino, aporta cultura, patrimonio y recursos económicos, esta es una realidad y por tanto las administraciones, los establecimientos y los ciudadanos debemos cuidarlo y mimarlo ya que prevemos, en el 2021, llegar a 100.000 peregrinos.