Los veintidós detenidos por el desvalijamiento de media docena de pisos pontevedreses han comparecido ante un juez de la capital de España
15 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Ni Pontevedra donde se produjeron media docena de robos con fuerza en viviendas, ni Oviedo donde cayeron cuatro de los supuestos ladrones, ni Santander donde habían asaltado tres pisos y dos oficinas... Finalmente sera un magistrado madrileño el que instruya la causa judicial abierta contra este grupo itinerante de ladrones al que relacionan con, al menos, dieciséis desvalijamientos de casas y naves en cinco provincias españolas.
Según trascendió ayer, todos los detenidos por la Policía Nacional ya han prestado declaración en sede judicial. En este sentido, las fuentes consultadas indicaron que buena parte de los sospechosos, si no todos, han quedado en libertad con cargos. Por el momento, no se ha concretado si la Fiscalía les imputará un delito de robo por cada uno de los asaltos o si, por el contrario, se decantará por acusarles de un único delito continuado.
Añadieron que estos tenían establecido sus domicilios y cuartel general en distintas localidades de la capital de España. De este modo, una vez habían estudiado la zona donde darían los golpes, se desplazaban hasta este punto de la geografía nacional y permanecían el tiempo mínimo necesario para actuar.
A este respecto, la Jefatura Superior de Cantabria precisó que los integrantes de esta banda se habían especializado en dos tipos distintos de asaltos. Por un lado, estaban los que se decantaban por emplear extractores de bombín para, de este modo, forzar las puertas de acceso a las propiedades y, por otro, estaban los expertos en bumping.
Este método nació a principios de la década de los setenta en Dinamarca y era empleado únicamente por los cerrajeros. Los amigos de lo ajeno tardaron cerca de tres décadas en trasladar esta técnica al ámbito delictivo.
Primeramente fueron las bandas del Este de Europa las que empezaron a emplear un sistema que apenas deja rastro en las cerraduras, pero en la actualidad este modus operandi se ha extendido gracias a la proliferación de vídeos en plataformas de Internet. Esto está provocando que cada vez sean más los robos en los que se emplea este método que consiste en la inserción en la cerradura de una llave preparada específicamente para, acto seguido, golpearla hasta conseguir introducirla por completo.
En cualquier caso, una vez dentro de las viviendas, los ladrones aparentemente se decantaban por joyas, dinero en efectivo y pequeños objetos que fueran sencillos de transportar. De hecho, fue el seguimiento de las ventas de unas joyas en establecimientos de compraventa de Lugo lo que, en principio, ha posibilitado que la Policía Nacional relacionase a esta banda con la media docena de robos ocurridos en la ciudad del Lérez.
Asimismo, en el momento de ser detenidos, los agentes se incautaron de unos cuatro mil euros en efectivo, numerosos teléfonos móviles, cuatro ordenadores portátiles, otras tantas tablets, dos mecheros de oro, ocho relojes, cajas de ropa, catorce pares de gafas procedentes del asalto a una óptica y diverso material cuyo origen es un estanco.