La planta de compost y la prórroga del contrato de limpieza enfrentan abiertamente al bipartito cuando queda un año para las elecciones
29 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El grupo municipal socialista, con su portavoz y teniente de alcalde, Antón Louro, a la cabeza, ha endurecido en las últimas semanas su discurso contra sus socios de gobierno, el BNG. El duro enfrentamiento verbal que mantuvo en el pleno del pasado lunes el propio Louro con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), a causa de la gestión de la basura, fue la escenificación de una estrategia que el PSOE está llevando también a asociaciones de vecinos, colectivos sociales y otras entidades ciudadanas con las que ya ha iniciado una ronda de contactos. Una campaña, anunciada por Louro y el secretario local socialista y concejal de Deportes, Agustín Fernández, cuyo eje gira en torno a un argumentario muy claro: descalificar las decisiones adoptadas por el BNG en solitario por un lado (prorroga del contrato de limpieza), y conjuntamente por BNG y PP por otro (planta de compost).
A un año de las elecciones municipales, y cuando se dar por hecho que a la vuelta del verano todos los interesados estarán casi en precampaña electoral, el discurso del PSOE se ha endurecido hasta tal punto que en esos encuentros con vecinos lanzan duras acusaciones a sus socios de gobierno. Sobre la prórroga por tres años concedida a la empresa que recoge la basura en Pontevedra, Ferrovial Servicios (antigua Cespa), Louro asegura que se trata de una «concesión a dedo» y reprocha que no se trata de una acción «de buen gobierno».
Además, desde las filas socialistas se mete el dedo en el ojo del BNG en las reuniones con colectivos vecinales, al responsabilizar exclusivamente a los nacionalistas de la deuda que mantiene el Concello con Sogama (más de cuatro millones de euros) y de que por una decisión del equipo de Lores esta aumenta a un ritmo de 65.000 euros al mes.
En cuanto a la planta de compost, el PSOE atiza a sus socios de gobierno por pretender crear en Pontevedra «un vertedoiro para toda a provincia», y alerta de que a la larga los pontevedreses «acabarán sufrindo novas subidas no recibo do lixo» para mantener la planta.
«Olvídense de cousas raras»
Por su parte, en el BNG no sentaron nada bien las acusaciones vertidas por Louro en el pleno del lunes, especialmente cuando habló de contrato a dedo o de «puntos de escuridade» en la prórroga. «Olvídense de atopar cousas raras», replicaba el alcalde.
Y en lo que respecta a la planta de compost, el BNG entiende que el posicionamiento del PSOE es meramente político, fruto de aquella frase de Agustín Fernández hace unos meses: «Nos costará mucho apoyar cualquier propuesta de colaboración que venga de la Diputación».
Contrariamente a lo que opinan sus socios, entre los concejales nacionalistas se ve en la planta de compost un proyecto «ilusionante» para Pontevedra.