Un ojo en el disfraz y otro en el cielo

s. g. / m. g. / p. v. REDACCIÓN / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Pontevedra, Arousa y Deza sacan adelante un primer fin de semana de Carnaval marcado por cambios de fecha de los desfiles

03 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si algo está caracterizando el Entroido de este año, es sin duda la lluvia. El primer fin de semana de celebraciones concluye con toda una serie de cambios de fecha. En Marín, por ejemplo, el humorista Sergio Pazos leyó el pregón en el salón de plenos, donde también intervinieron las comparsas, pero la comisión acordó suspender el desfile de disfraces. El nuevo horario será a las cinco de la tarde del miércoles y a las ocho el Enterro da Sardiña. En principio, mañana se mantiene la fiesta del merengue en el multiusos de Lameira, mientras que la Festa da Lameiriña pasa al viernes.

En Poio, se aplazaron dos actividades. El desfile de máscaras será el viernes, a las 20 horas, mientras que el desfile de Samieira tendrá lugar el domingo por la mañana. La comisión, eso sí, desveló de qué va disfrazado el Galo Fodorico: en esta ocasión de payaso, porque el pobre animal tenía tantos asuntos que criticar que no daba abasto. Su quema también se ha movido de fecha: será en A Seca, el sábado 29. En Caldas se suspendió el desfile, que pasará a las cinco del próximo domingo.

Por lo que respecta a Arousa, la noche del sábado estuvo protagonizada por las multitudinarias comparsas de O Grove, capaces de reunir a 1.400 personas en el pabellón Monte da Vila. Leña Verde se hizo con el primer premio del certamen. Vilagarcía tomó el relevo ayer por la tarde, también a cubierto, en el auditorio municipal. Buena entrada, pese a la coincidencia horaria con el fútbol, para las once agrupaciones. Aunque hoy, a las seis, hay un festival infantil en A Peixería, la del lunes es, sin duda, la jornada de A Illa con permiso de la lluvia.

También en Deza y Tabeirós hubo citas. En Agolada no hubo desfile a causa de la lluvia, pero sí doscientas personas que festejaron el Entroido en el colegio. En Rodeiro hubo una buena respuesta de la gente al desfile con siete carrozas y gran mascarada. Mientras, en el barrio da Cacharela, de Lalín, los cacharelos, con tojos y harina, molestaron a los no disfrazados y redondearon un gran festejo. Por último, en Couso (A Estrada) los xenerais hicieron altos, pero sin plumaje por la lluvia.