Aclara que se trata de desperfectos por el viento en «bienes asegurados»
22 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Finalmente, y tras cotejar los informes elaborados por la Agencia Estatal de Meteorología, el Consorcio de Compensación se Seguros ha confirmado que los 62 municipios de Pontevedra están incluidos en la relación de ayuntamientos afectados por el temporal que barrió Galicia coincidiendo con la Navidad. La entidad de ámbito estatal, tras precisar que la ciclogénesis Dirk se extendió entre el 23 y el 27 de diciembre, puntualiza que se «indemnizará los daños que, como consecuencia del viento, hubieran sufrido los bienes asegurados radicados en esos municipios durante esos días».
Por el momento, y dado que aún se ha dado a conocer ahora la lista de zonas damnificadas, es imposible determinar el número de afectados, aunque desde el Consorcio se reconoce que una cifra muy importante o elevada. Esta circunstancia, junto con el hecho de que el temporal se hizo notar en una gran diversidad de territorios, ha derivado en que se tenga que aplicar un convenio suscrito hace dos años.
Esto determinará que sean las propias compañías aseguradoras las que tengan que tramitar, peritar y anticipar el importe de las indemnizaciones a sus correspondientes asegurados. Posteriormente, la patronal será la encargada de reintegrarles estas cantidades.
Se considera que con este mecanismo se gana en agilidad y celeridad a la hora de reintegrar el coste de los desperfectos a los damnificados. En todo caso, las previsiones que se manejan es que la cantidad que pueda suponer la ciclogénesis de Navidad no será comparable a los 26,2 millones desembolsados en la provincia de Pontevedra por los efectos de las lluvias y consiguientes riadas del 2006.
Al margen del viento, también es habitual que el Consorcio asuma los gastos derivados por inundación y embate del mar, si bien en las informaciones referidas al Dirk no se hace ninguna referencia concreta a este extremo. Lo habitual en estos supuestos es que la entidad asuma estos costes siempre y cuando los propietarios de los bienes «estén amparados por contratos de seguro que estuvieran en vigor en los días en que se produjo la tempestad».