Solo cuatro mujeres se atrevieron a recorrer los cuatro kilómetros que separan las iglesias de O Vilar y Cordeiro portando la pesada ofrenda al santo
03 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Las vecinas de Valga sacaron ayer los lacones en procesión. Es una antigua tradición que realizan desde tiempos inmemoriales coincidiendo con las fiestas de San Blas. La de ayer no fue la edición más concurrida, pues solo cuatro mujeres se atrevieron a recorrer los cuatro kilómetros que separan las iglesias de O Vilar y Cordeiro portando la pesada ofrenda al santo. Pero sí que fueron muchos los que las acompañaron y se acercaron a contemplar este curioso ritual.
En su recorrido participaron también San Antonio y San Roque, dos santos que todos los años por estas fechas dejan su iglesia habitual, consagrada a San Blas, y se trasladan a la capilla de O Vilar. De allí salieron ayer en procesión alrededor de las once de la mañana, acompañados de las mujeres que portaban las ofrendas. El año pasado fueron siete las vecinas que realizaron este recorrido. Pero en esta ocasión solo cuatro se atrevieron. Su tarea no es sencilla, pues tienen que recorrer cuatro kilómetros cargando sobre sus cabezas las pesadas cestas con los lacones. Pero realizan hasta siete paradas, en otros tantos altares elaborados por los vecinos de las parroquias de este municipio del Baixo Ulla. Allí los vecinos se acercan a tocar al santo y a darle sus ofrendas. Algo que ayer no impidió ni el frío, ni la lluvia. En algunas de estas paradas, todavía se conserva la tradición de agasajar con bizcocho y vino a estas mujeres, para que puedan reponer fuerzas.
A su llegada a la iglesia de Cordeiro tiene lugar la misa solemne. Y, tras la misma, se procede a la subasta de los lacones donados con el fin de recaudar fondos para los santos. De ello se encarga Francisco García Pardal, Chico, que se ocupa de esta tarea desde hace más de cuarenta años.