Sobre nuestra Casa Consistorial

Leoncio Feijoo

PONTEVEDRA

16 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Es una paradoja que frente al monumento a los Héroes de Ponte Sampaio, que expresa la lucha del pueblo contra el invasor francés, se sitúe el edificio más afrancesado de la ciudad, que no es otro que nuestra Casa Consistorial. Cuando en 1880 el arquitecto Alejandro Rodríguez Sesmero remata la obra del Concello no está haciendo otra cosa que insertar en la trama urbana local nada menos que un palacete parisino estilo II Imperio. No hace mucho, el historiador coruñés Sánchez García descubría que Sesmero plagió en parte el diseño del Hotel Privé de la Rue de Valois du Roule, en París, adaptándolo a la función institucional con la inclusión de escudos, el balcón principal o el reloj del ático.

Esto no obsta a que la sede municipal fuera elogiada ya desde la finalización de las obras. Es más, hace pocos lustros el profesor Wifredo Ricón incluyó al palacio municipal entre los nueve más bellos de España. Y eso que pudo escoger entre más de ocho mil ejemplos.

Ahora, a pesar de que se anuncie una necesaria rehabilitación, creemos que todavía no existe plena conciencia cívica y política de la posesión de tal joya patrimonial, a la que ni siquiera son capaces de eliminar las hierbas que aparecen en sus cornisas. No vaya a ser que suceda algo semejante a la suerte que siguieron los planos originales, que, como recoge Rodrigo Cota en su Loca Historia de Pontevedra, acabaron sirviendo para confeccionar unas enaguas.