El presidente del partido se multiplicó ayer para arropar a sus candidatos en Pontevedra, Bueu, Poio y Caldas
21 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijoo, se multiplicó ayer para arropar a los candidatos de su partido en el último día de campaña. El titular del Ejecutivo gallego no es para los cabezas de lista un apoyo cualquiera, por ello, que pise su municipio es siempre bien recibido aunque sea una visita relámpago.
Solo en la provincia, Feijoo recaló en Pontevedra, Vigo, Bueu, Poio, Caldas y de nuevo tenía previsto volver a pisar la capital para cerrar campaña en la discoteca La Luna, en Cerponzóns. A media mañana acudió a Bueu, donde se reunió con los vecinos de Ons. Escuchó sus quejas y justificó a la Xunta recordando que no puede dar la propiedad de las casas de la isla a los vecinos porque no lo permite la ley.
En Poio, acompañado por el candidato, Javier Domínguez, los dos políticos repartieron propaganda electoral en la zona de A Porteliña. El punto de encuentro fue el restaurante Casa Solla, a las 13 horas. Su comitiva tuvo tiempo de retratarlos en una pescadería. Domínguez Lino comentó antes de su último mitin que tenía «buenas sensaciones» para el 22-M y calificó de «detalle de agradecer» que el presidente hubiera hecho un hueco en su agenda para Poio.
Fugaz fue el paso por Caldas aunque suficiente para reunir a otros alcaldables de la comarca como Antonio Pena (Cuntis) o Luisa Piñeiro (Moraña). La cita, a las 14 horas en las Palmeras. Secundado por Jesús Goldar, tuvo margen para saludar a militantes y cargos de su partido, dar un pequeño paseo y entrar en la cafetería Termas. No hubo lugar para los discursos políticos, pero se interesó por la salud de Manuel Rajoy, que sufrió un infarto el 4 de abril.