La campaña no escribió ayer ni una sola línea electoral. No hubo mítines, ni tampoco caravanas propagandísticas, ni un solo político sacó sus propuestas más desaforadas a la calle. Ayer Pontevedra olía a una jornada de reflexión marcada por el respeto hacia las víctimas del terremoto de Lorca (Murcia) y hacia los que todavía buscan sus vidas entre los escombros. Pero el respeto que trasladaban a la otra punta del país, no se notó a primera hora de la mañana en la ciudad.
Los tres grandes partidos siguieron las directrices que marcan las ejecutivas de sus partidos, pero ¿qué pasó con el resto? Los partidos minoritarios se quejaban de que nadie les hubiera avisado de forma oficial. «Me enteré esta mañana (por ayer) cuando me encontré con Telmo Martín al ir a dejar a los niños al cole», explica el candidato de Pontevedra Alternativa, Ramón Pedras, Petete, quien añadió que «menos mal que me enteré porque sino hubiera cogido el Seiscientos para hacer el indio por ahí». El líder de POAL aprovecha cualquier hueco de la jornada para hacer propaganda con su coche.
No había agenda oficial para ninguno de los cinco partidos minoritarios de la ciudad, lo que ayudó a poner el freno a la campaña durante 24 horas. «Somos oito e teñen os nosos números de teléfono, o normal sería que alguén nos avisara», reclamaba el candidato de ICPraceres, Eladio Torres, quien se enteró esta mañana a través de la televisión. Antes de entrar a trabajar decidió suspender el eje de su campaña, el boca a boca.
A los que mejor le salió fue a PP y BNG que ya que tenían que estar encerrados en el último pleno municipal no dejaban que el PSOE les ganase terreno. A Teresa Casal le tocaba representar a los socialistas en el Teatro Principal, mientras el candidato, Antón Louro, tenía previsto un acto en la rotonda de O Pino. Así que la jornada de ayer fue para el candidato del PSOE, de descanso. Por un día, la campaña se ensombreció en favor de la solidaridad. El alcalde de la ciudad, Miguel Anxo Fernández Lores, envió al alcalde de Lorca un correo de condolencia y puso a su disposición los servicios de Bomberos y Policía Local.
«Tenía que habernos llamado de la junta electoral», reclama Petete, mientras el candidato de Izquierda Unida, Santiago Meis, era mucho más conciliador y se limitó a decir que «la decisión responde a un planteamiento a nivel nacional». Hoy retomarán su particular terremoto, mientras la realidad se vive a mil kilómetros.