Tres motoristas resultan heridos al sufrir caídas en sendos accidentes ocurridos en Pontevedra y Vilaboa
PONTEVEDRA
Ayer fue de nuevo una jornada en la que abundaron los accidentes de circulación, tanto en Pontevedra como en otros puntos de la comarca. Al cierre de esta edición, al menos, cuatro personas habían tenido que ser atendidas por los servicios médicos, de los cuales tres eran motoristas que habían sufrido caídas.
De este modo, sobre las doce y cuarto del mediodía, los servicios de emergencia fueron requeridos para que acudiesen a Alba. Un Chevrolet que circulaba por la PO-225, aparentemente, sufrió una salida de vía en las inmediaciones del puente del tren.
La conductora fue trasladada al Hospital Domínguez por el 061 aquejada de un traumatismo facial. En todo momento, estuvo consciente y orientada.
Horas después, pasadas las tres de la tarde, un segundo accidente de circulación llevó a la Guardia Civil y al 061 hasta la parroquia de Santa Cristina, en Vilaboa. Un motorista resultó herido leve al sufrir una caída del vehículo que pilotaba y con el que circulaba por la N-554.
Apenas hora y media más tarde se tuvo conocimiento de un tercer siniestro. En esta ocasión, los dos ocupantes de una motocicleta, aparentemente, sufrieron lesiones al caer de la motocicleta en la que viajaban.
El accidente se produjo en la entrada a la autopista AP-9 en las cercanías de la rotonda de los bomberos. Todo parece apuntar en la dirección de que el accidente se produjo cuando los heridos tomaron la curva que les permitiría dirigirse hacia Vigo.
Testigos presenciales señalaron que ambos motoristas quedaron tendidos sobre el arcén hasta que acudieron los servicios de emergencia.
Accidente laboral
Además de estos siniestros circulatorios, Pontevedra fue ayer escenario de un, cuanto menos, curioso accidente laboral. Un funcionario de la oficina de empleo de las nuevas dependencias municipales de la calle Michelena tuvo que ser trasladado al Domínguez. Al parecer, se cayó desde una escalera plegable de un metro de altura cuando se disponía coger un legajo y se golpeó el hombro y el codo.