Un fastuoso complejo del que un siglo después solo sobrevive parte del templete

La Voz

PONTEVEDRA

17 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El fastuoso complejo construido en Monte Porreiro por Casimiro Gómez, al que denominó Villa Buenos Aires, incluía un hotel que abría del 15 de junio al 30 de septiembre, jardines, estanque, una pista de tenis (algo inusual a principios de siglo) y la planta de embotellado de las Aguas Minero-Medicinales Lérez, que se exportaban a países de Europa y América.

El balneario constaba de tres edificios con embarcadero propio al que llegaban los agüistas en busca de alivio para sus dolencias.

El auge de A Toxa y de otras aguas minerales gallegas hizo que el balneario del Lérez desapareciera en los años veinte y con el paso del tiempo las instalaciones se fueron deteriorando notablemente, los edificios fueron demolidos y la vegetación fue invadiendo toda la zona. Solo ha sobrevivido hasta nuestros días parte del templete de una de las edificaciones del complejo con su terraza-mirador con vistas al río.

La zona donde están estas ruinas ha sido objeto en la última década de varios proyectos de recuperación ambiental por parte de alumnos del Centro Forestal de Lourizán, de las escuelas taller de Monte Porreiro y últimamente como parte del proyecto de la senda fluvial del Lérez.