«A Gran Historia de Galicia» aborda el papel de Pontevedra en el siglo XVI

La Voz

PONTEVEDRA

29 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Los profesores de historia moderna Pegerto Saavedra y Hortensio Sobrado, que han intervenido en una de las más importantes apuestas editoriales de La Voz de Galicia, A Gran Historia de Galicia, subrayaron ayer el papel que jugó Pontevedra durante el Antiguo Régimen, un periodo que engloba los siglos XVI, XVII y XVIII.

En colaboración con la Obra Social de Caixa Galicia, y en un acto celebrado en el Café Moderno, recordaron entre otras curiosidades de esta convulsa etapa de la historia gallega, que la ciudad del Lérez llegó a ser en el siglo XVI una urbe con gran densidad demográfica con una población estimada de más de 1.600 vecinos. «Pontevedra é unha cidade que pasa por moitos momentos; no XVI ten un momento de hexemonía, polo porto, pola pesca... A finales do XVI entra en decadencia por unha serie de factores, pero non hai que esquencer que Pontevedra é a cidade de Galicia máis poboada no XVI, aínda que despóis vaia sendo sustituída por outras», indicó ayer el profesor Sobrado, un especialista, con Pegerto Saavedra, en la historia moderna de Galicia.

Entre otros aspectos, subrayó que el puerto pontevedrés era el más activo de la comunidad y que algunos historiadores cifran en hasta 80.000 ducados anuales el movimiento económico que generaba la instalación. En el Antiguo Régimen el 35% de la flota pesquera española estaba en Galicia, con más de 1.100 barcos.

Esta etapa se caracteriza fundamentalmente por las grandes mutaciones y que explicaría el atraso que sufrió Galicia en general a lo largo de los siglos XIX y XX, tales como la emigración.

Hubo por ejemplo tentativas para desarrollar industrias como el textil, el cuero, las fábricas de salazón, la pesca... Pero sólo esta última soportó el devenir de los años y sobrevivió a la particular estructura social gallega. «A pesar desas tentativas, moitos destos, que se desenrolan na segunda mitade do XVIII, acaban fracasando porque as estructuras socioeconómicas galegas ponían moitos obstáculos; digamos que aí se perdió unha oportunidade de desenvolver máis industrialmente a Galicia e no XIX e o XX se pagan eses fracasos».

Pegerto Saavedra también incidió en que en el siglo XVIII Galicia tenía un panorama más prometedor que le hacía ser una «gran fábrica dispersa», dijo parafraseando al profesor Carmona. «O atraso xérase no século XIX, porque desaparece o textil, os coiros, o sector siderxúrxico, e o único que ten continuidade e o pesqueiro e do salgado, pásase ás conservas». La Galicia del 1800 estaba entonces más industrializada que la de 1850 y en el siglo XIX se produce una agrarización. «Unha cousa que non se ten ben presente, xa que pénsase que canto máis atrás se vai pois menos industria hai, e neste caso foi ao revés», explicó.

El catedrático también incidió en los aspectos culturales de esta etapa, tanto en lo que se refiere a la cultura letrada (escuelas, Universidad) o la popular. «Paradóxicamente a Igrexa conservou unha cultura profana moi rica, moitas veces ao marxe do mundo oficial», indicó Saavedra.