Praza da Ferrería El CEIP Campolongo abrió ayer su exposición de la flor de las Rías Baixas
15 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.El espíritu de Antonio Odriozola -a quien evocó el alcalde Fernández Lores en el acto de apertura- estuvo ayer en el colegio de Campolongo, con motivo de inaugurarse la tercera edición de su exposición de la camelia. Al natural, dibujos, pinturas, fotografías y redacciones sobre esa bella flor adornaban el vestíbulo, pasillos y otras dependencias del colegio que dirige José Carlos Otero. Precisamente el director agradeció a Carmen Salinero, presidenta de la Asociación Española de la Camelia, su presencia en el acto y la ayuda prestada para llevar a cabo esta muestra, que estará abierta hasta mañana. Concurso El acto contó también con la presencia de Javier González Rojo, de Educación, Gerino Calvo, director de la UNED, y los concejales Luis Bará, José Antonio García Lores y Beatriz Piñeiro. El concurso de flores, en las distintas especialidades, fue ganado por Manuel Couso, Teresa Fernández, los Misioneros Hermanos de los Enfermos Pobres de Chapela, Lelita Grandín, José Arán, APA San José de Campolongo y Asociación Juan XXIII, que se llevó el premio a la presentación artística. Además, también se entregaron diplomas a todos los participantes, incluidos numerosos escolares que presentaron sus flores. Premios escolares Asimismo, se entregaron los premios de los concursos escolares de redación, dibujo y fotografías sobre la camelia, que recayeron en los alumnos Beatriz Martín, Cristina Balchada, Alberto Escobar, Daniel Piñeiro, Luis Ansín, Juan Pedro Vidal, Raquel María Hernández, Gema Sánchez y Sara Ástor. En cuanto al de carteles de las fiestas de San José, María Membrives, Ana Campelo y Beatriz Gómez Nacimiento Si las camelias son bellas, no lo es menos esta pequeña de la imagen de la derecha, que posaba así de conjuntada y despierta cuando apenas tenía medio día de vida. Es María, que pesó 3,3 kilos y llenó de alegría a sus padres, Elda y nuestro compañero el periodista Ricardo Martín, que ya eran progenitores de un niño, Ricardo. Por cierto, tanto el bebé como la madre se encuentran divinamente. ¡Enhorabuena!