Reportaje | Reses a escasos kilómetros de A Peregrina Aunque el número de explotaciones y de cabezas desciende a ojos vista, en los alrededores de la capital provincial todavía se cría ganado bovino para autoconsumo
19 feb 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Pontevedra también está rodeada. De vacas, entiéndase. En el término municipal, a escasos kilómetros de A Peregrina, subsisten, según los últimos datos oficiales de la Xunta, 439 explotaciones de ganado bovino. La gran mayoría de ellas están dedicadas al autoconsumo: entre todas reúnen 473 cabezas, poco más de una por granja. El último censo oficial de la Consellería de Política Agroalimentaria fue realizado durante la campaña de saneamiento y crotalización del año 2002, y muestra que la comarca pontevedresa no es precisamente un gran centro ganadero. Tomando como base la capital y los catorce municipios que la rodean -Barro, Bueu, Caldas, Campo Lameiro, Cotobade, Cuntis, A Lama, Marín, Moraña, Poio, Ponte Caldelas, Portas, Sanxenxo y Vilaboa-, el último recuento serio habla de 2.525 explotaciones de vacuno y 4.244 reses. La mayor parte de ellas, como corresponte a una zona en la que la ganadería es eminentemente de autoconsumo, se dedican a la obtención de carne. De entre los concellos periféricos, destacan por su dedicación a este tipo de economía los términos del interior rural: Cuntis tiene 293 granjas y 836 vacas; Cotobade, 234 explotaciones y 625 cabezas; A Lama es la que más en serio se toma el negocio, puesto que entre sus 94 establos acumulan 459 reses, unas cinco por explotación. En otros municipios, el vacuno tiene una incidencia meramente testimonial en su estructura económica: en Bueu había en el 2002 sólo 13 vacas, y en Poio, 43. Lalín y A Illa Parece que se esconden, pero, conociéndolas, la culpa no debe de ser de ellas. Los concellos del interior concentran la mayor parte de la cabaña bovina de la provincia. Lalín, con más de 18.000 vacas, casi todas dedicadas a la producción lechera, y Silleda, con 13.000, sustenan buena parte del sector. En toda la provincia hay casi 80.000 vacas «legales», 60.000 de ellas de leche. Dos concellos de la provincia pontevedresa, A Illa de Arousa y Mondariz-Balneario, los más pequeños por tamaño, se encontraban libres de bovinos en el momento en que se llevó a cabo la campaña de saneamiento. Cinturón urbano Pese a todo, la capital provincial, con sus ansias de convertirse en gran ciudad y su viveza urbana, conserva en su cinturón bastantes casas dedicadas a la cría de ganado bovino. Incluso en el casco urbano hay vacas, según el censo de la Xunta. Cuatro solitarias vacas, en concreto, tres en centro y una en la zona de A Virxe do Camiño. Una de ellas, según parece, incluso da leche. El resto de parroquias, que es la unidad que Política Agroalimentaria utiliza para contabilizarlas, la cosa está más boyante, aunque no demasiado: A Canicouva y Verducido cuentan con medio centenar de reses, Campañó, Salcedo, Santa María de Xeve y San Andrés de Xeve, con unas cuarenta, y el resto se mueven entre las más de veinte de Alba, Lourizán o Tomeza y la media docena que fueron saneadas en el 2002 en Mourente. Y es que, aunque no mucha, Pontevedra también pisa bosta.