Entrevista | José Manuel Salgado Para el recientemente designado jefe de la policía nacional de Pontevedra la mejor manera de encarar la violencia doméstica pasa por la vía judicial y por la formación
07 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.? José Manuel Salgado, que estos días cesa como comisario jefe en Ferrol del Cuerpo Nacional de Policía tras ser ascendido a comisario jefe de la provincia de Pontevedra, le sorprende la imagen de conflictividad que la ciudad departamental refleja fuera de sus fronteras. La realidad es bien distinta porque, como el mismo se encarga de subrayar, de las siete ciudades de Galicia, es la que registra mejores estadísticas en delincuencia. -Pues no lo sé, porque yo siempre respondo lo mismo. Los trabajadores de los astilleros si se manifiestan están ejerciendo un derecho, pero sí, esa imagen es una realidad. Desde un puesto como el mío se ve realmente como son las cosas e, insisto, Ferrol es una ciudad muy segura, aunque quien me oiga, si le acaban de robar la cartera hace cinco minutos, pondrá el grito en el cielo. He pasado aquí desde 1997 y puedo decir que es una ciudad agradable, segura, buena para vivir. La escasa delincuencia que se produce es inevitable porque reducirla más podría conllevar limitar libertades de los ciudadanos. En otras épocas en las que tampoco había libertades, también se producían actos delictivos. -Con el marchamo que da una experiencia de siete años al frente de la policía nacional de esta localidad, ¿qué necesita la comisaría de Ferrol? -Hay que cubrir las plazas vacantes. Tengo que decir que los nuevos policías que salen de la academia tienen una formación excelente en todos los ámbitos, jurídico, sobre derechos constitucionales... Y cuando se incorporen a sus puestos mejorará todavía más la eficacia de la comisaría. -Se va manteniendo excelentes relaciones con el movimiento ciudadano, al igual que ocurrió con su homólogo en Pontevedra cuando se jubiló hace unos meses, y en Caranza le van a rendir un homenaje... -Las asociaciones de vecinos son muy reivindicativas pero esa es su función. Hacen bien y cuando surgen problemas yo voy al barrio a reunirme con ellos y ver las soluciones. Caranza también tiene una mala imagen infundada. Es un barrio con veinte mil habitantes y, por tanto, con algunos conflictos. Pero la delincuencia es inferior a la del centro urbano de Ferrol, por poner un ejemplo. -Cambiando de tema, uno de las cuestiones candentes de la actualidad es la propuesta de unificar la policía nacional y la Guardia Civil. ¿Es partidario? -Soy más partidario de la coordinación. Existe la Ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que asigna a cada cuerpo sus funciones especificas. Si funciona bien esta coordinación, no es necesaria la fusión. En este sentido, quiero destacar también la excelente relación que he mantenido con la Policía Local . -Desde 1972, año en que ingresó en el cuerpo, hasta el día de hoy, ¿en qué ha cambiado la tarea del policía? -Antes éramos una policía de respuesta y ahora nuestro trabajo principal es en el área preventiva. Estamos en la calle, no esperamos a que el ciudadano venga a buscarnos a nosotros. -Ya para concluir, ¿existe alguna fórmula para erradicar los malos tratos? -No sé si hay más o que se denuncian más. Pero las actuaciones rápidas de los jueces, lo mismo que ante la delincuencia juvenil, es el camino adecuado. Las órdenes de alejamiento, que nosotros nos encargamos de controlar, son la vía apropiada. El resto, es un problema de formación.