Los tres cines históricos de la ciudad están pendientes de reconversión

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA

PONTEVEDRA

RAMÓN LEIRO

El Malvar, el Gónviz y el Victoria podrían albergar grandes centros comerciales El cambio de uso de los locales plantea bastantes dificultades urbanísticas

02 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

A Propietarios y promotores intentan sacar la máxima rentabilidad inmobiliaria, no sin ciertas dificultades urbanísticas, a las tres grandes salas cinematográficas de la ciudad que han pasado a la historia. El más antiguo y emblemático es el teatro-cine Malvar, cerrado en los años 90. Tras el fracasado intento de compra por parte de Caixanova para rehabilitarlo como centro cultural, la familia propietaria sondeó hace unos meses en el Ayuntamiento las posibilidades de cambio de uso del local para su reconversión en un centro comercial con aparcamiento subterráneo. El problema que se plantea en este caso es que el teatro está fuera de ordenación por exceso de volumen y con el cambio de actividad tendría que adaptarse al PGOU, lo que significaría una demolición parcial del inmueble, según los informes emitidos por los técnicos municipales. El bajo mide unos 10 metros de altura y habría que rebajarlo hasta un máximo de 3,80. Asimismo, el fondo del local también tendría que recortarse considerablemente. Con esta modificación, la ocupación actual del cine se reduciría a una tercera parte. Victoria Un problema similar se plantea con el cine Victoria, que dejó de funcionar como tal la pasada primavera. Los compradores del inmueble están todavía a la espera de los informes técnicos sobre la edificabilidad del solar que ocupa este inmueble, con frente a la calle Vázquez Lescaille (nueva rúa do Rouco), para la construcción de un nuevo edificio de viviendas y un gran centro comercial interior que tendría también acceso por la actual galería de Benito Corbal. Sin embargo, como ocurre con el Malvar, el volumen del Victoria está fuera de ordenación en cuanto a la ocupación del patio de manzana con una altura equivalente a bajo y tres plantas, que sólo se podría mantener si siguiera como cine. El cambio de uso para centro comercial exigiría rebajar la altura del patio interior hasta el nivel de la planta baja, según las explicaciones ofrecidas por el concejal César Mosquera. No obstante los técnicos están estudiando una variante que podría duplicar el fondo edificatorio del solar, propiciada por la existencia de un pequeño paso de servidumbre en la calle Vázquez Lescaille, que está cerrado con un portalón. Este paso está reflejado en el PGOU como calle sin salida y si se considerara como tal las posibilidades urbanísticas serían mayores. Un caso aparte es el cine Gónviz, cerrado en las Navidades del paso año y vendido por la empresa Fraga. Las dificultades urbanísticas para la reconversión de este inmueble en un centro comercial son, si cabe, mayores. Equipamiento Esta desaparecida sala cinematográfica está contemplada en el PGOU como equipamiento, una catalogación «moi forte e difícil de mover», regulada por las leyes urbanísticas estatales y autonómicas, según explicó más de una vez el concejal César Mosquera. La recalificación de este equipamiento para destinarlo a un uso comercial supondría tener que sustituirlo por otro que tuviera la misma funcionalidad cultural y en una ubicación adecuada. Por otra parte, la recalificación exige que el balance económico para el agente privado tiene que ser neutro y el beneficio tiene que quedar para la comunidad. El concejal de urbanismo insistió en que en estos casos no se trata de decisiones políticas, sino de cuestiones técnicas y de aplicación de la legislación urbanística.