Los 122 alumnos acondicionan para uso público la finca marinense La Escola de Capataces Forestais de Lourizán participa este curso en el programa Voz Natura, promovido por la Fundación Santiago Rey Fernández Latorre, con un nuevo proyecto de recuperación de espacios públicos. Si hace dos años los alumnos de este centro desarrollaron en el balneario de Monte Porreiro un proyecto que les valió el premio provincial al mejor trabajo, este año le toca el turno a la granja de Briz, en Marín. Las labores han comenzado ya y culminarán en primavera.
27 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.El proyecto tiene como objetivo la recuperación de la finca para su uso público, haciendo hincapié, señalan los responsables del mismo, «na seguridade dos usuarios, toda vez que o estado da granxa presentaba riscos por árbores deterioradas ou bancais sin protección». Los trabajos de los alumnos en la granja de Briz comenzaron hace unos meses. Lo primero que se hizo fue limpiar los accesos. Según Agustín de la Mata, director de la Escola y responsable, junto al profesor Benigno Fernández, del proyecto, fue necesario emplear bastante tiempo en la limpieza de los accesos, toda vez que la vegetación había invadido prácticamente todo el espacio. El siguiente paso en este proyecto fue instalar barandillas de madera rústica. La granja de Briz se trata de una parcela en bancales, y hasta la intervención de la Escola de Capataces Forestais, éstos no tenían división alguna, por lo que presentaba riesgos para los visitantes. También se ha acondicionado la parte trasera de la casa, donde había un ciprés que se pudrió y también presentaba riesgo para los visitantes. El proyecto no acaba ahí. A partir de febrero está previsto plantar césped y diversas especies de flores, que se dispondrán realizando un dibujo de seis puntas. Historia Los 122 alumnos de la Escola de Capataces participan en este proyecto medio ambiental enmarcado en el programa Voz Natura. Todos ellos colaboran en la recuperación de la granja de Briz, una finca recientemente adquirida por el Concello de Marín. Históricamente, este paraje comenzó constituyendo un priorato perteneciente al monasterio de Oseira. Con la llegada de la desamortización pasó a manos privadas y fue adquirida por la familia Munaiz, que la convirtió en una finca de recreo y de producción agraria.