De recorrer España con Llongueras a abrir su propia peluquería en Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

XINZO DE LIMIA

Isaac Pelayo, en su peluquería
Isaac Pelayo, en su peluquería Alejandro Camba

Pelayo es el salón de un profesional de Xinzo que apuesta por la atención personalizada y única

30 dic 2022 . Actualizado a las 08:25 h.

Se llama Isaac Pelayo, es de Xinzo de Limia y tiene 41 años. Es peluquero profesional y hace poco más de un lustro que abrió su propio salón en Ourense, concretamente en la zona del parque Barbaña, en la calle Pura y Dora Vázquez. Su espacio es conocido por el glamur con el que atiende a sus clientes, a los que engalana con una bata que es un kimono, exactamente igual al que él lleva puesto cuando les aconseja y peina. «Vamos todos vestidos igual, es algo que me encanta», comenta. «Lo más importante para mí en el negocio es reunir todas las especialidades para adaptarlas a cada cliente de forma individualizada. En mi salón primo la comunicación con él y el saber encajar las tendencias a cada uno. No a todos nos sienta bien lo mismo, aquí analizamos los rasgos y las facciones para encontrar el corte, el color y el peinado que más favorece», afirma. En la peluquería Pelayo, que así se llama el espacio, sobresale eso, el trato personalizado con cada cliente.

A Isaac desde niño le gustó todo lo relacionado con la imagen. «Me encantaba la ropa, la decoración, la arquitectura... Y en un momento dado me di cuenta de que lo mío era la peluquería», confiesa. Estudió también estética, asesoría de imagen, cocina, un máster en docencia y ahora se está sacando otro en protocolo. Este limiano estuvo una década rodando por España, trabajando en distintos salones de la firma Llongueras, hasta que decidió volver a casa y establecerse aquí. «La peluquería es un proyecto extensible de la persona y al final lo que quería era ser yo mismo y parar, volver a mi tierra. Vi que era el momento», explica Isaac. Así puso en marcha Pelayo, donde trabaja siempre con cita previa. «Lo que más nos diferencia es el sistema de trabajo, que solo atendemos a un cliente a la vez para volcarnos con él, entonces aquí nunca verás un gran volumen de gente», afirma. Cuida cada detalle estético y ahora que es Navidad, Pelayo está por completo salpicado de toques y luces dorados que llaman la atención de todos los vecinos del barrio ourensano.