La localidad ourensana fue una de las sedes de las pruebas para profesorado a las que se presentan 26.000 aspirantes en Galicia
19 jun 2021 . Actualizado a las 21:01 h.Sábado, 9.30 de la mañana. No es ni el día ni la hora para encontrarse el patio central del IES Vilamarín, en la provincia de Ourense, lleno de gente. Pero ahí están. Son opositores a las plazas convocadas por la Xunta para el sector educativo. En concreto, las personas que se han dado cita en ese bucólico escenario del pequeño municipio ourensano, calado por una fina lluvia y cubierto en esta jornada de una niebla matinal más propia de otoño que de la víspera del verano, aspiran a una de las oportunidades para ejercer la docencia en Hostelería y Turismo. No es habitual que un centro como este, en una pequeña localidad ourensana del rural, acoja oposiciones, pero el protocolo covid ha obligado este año a echar mano de todas las alternativas posibles. De todos modos, hay que matizar que para el IES Vilamarín tampoco es una novedad; ya fue sede para los exámenes de las oposiciones de cocina hace varios años.
Aunque la procesión vaya por dentro, lo cierto es que los opositores que se acercaron a Vilamarín este sábado no parecían demasiado estresados. Unos mataban el tiempo de espera paseando con aire de concentración, otras sentadas en alguna de las pocas mesas exteriores del recinto mientras repasaban papeles o envíaban mensajes de móvil; algunos recibiendo apoyo moral del acompañante de turno o charlando en pequeños grupos con colegas de profesión reencontrados después de años sin verse. Aunque superan el centenar, en las conversaciones no se oyen voces altisonantes. En honor a la verdad hay que decir que los que más decibelios aportan al sonido ambiente son los dos pastores alemanes de la finca contigua a las instalaciones del centro educativo, que protestan, a su manera, por el trajín de coches y personas en las inmediaciones. Algunos han madrugado para llegar desde puntos bastante distantes de Galicia, otros, como Manuela Verea, de Marín, ha preferido hacer noche más cerca. «No fue fácil encontrar alojamiento. Estaba bastante copado en los alrededores, así que al final nos quedamos en una casa rural aquí mismo en Vilamarín», apunta esta profesora con 18 años de trayectoria laboral a sus espaldas como docente, principalmente de música. «Tengo varias carreras, entre ellas dos de conservatorio, superiores; y también la de Turismo», matiza. Veterana de las oposiciones, esta será su cuarto intento de obtener una plaza fija. «Espero quedarme cerca de casa; en Pontevedra o en Vigo», comenta esta docente. También Pilar Castro lo ha intentado con anterioridad. «Las otras veces vine casi sin poder estudiar; porque aunque soy titulada en Historia del Arte y en Turismo estoy trabajando en el sector de los perfumes y la cosmética; y es difícil encontrar tiempo, máxime si tienes dos niñas, como es mi caso», cuenta esta coruñesa. Precisamente el buscar una salida laboral que le facilite la conciliación, es uno de los motivos que la llevó a intentar por tercera vez el asalto a la docencia. «Además es algo que siempre me gustó», dice.
Junto a ellas, otros 144 aspirantes estaban anotados para enfrentarse a los exámenes en alguna de las cinco aulas y los dos talleres de comedor habilitados, dentro de los dos edificios del IES Vilamarín, para albergar a los aspirantes lo suficientemente separados como para cumplir con los protocolos frente al covid. Por la mañana a los opositores les esperaban tres horas de prueba práctica. «Tienen que elegir uno entre dos supuestos, y cada uno de ellos plantea varios ejercicios» explicaba Raquel Abeledo que, junto a Rocío Pérez, se reparten la presidencia de los dos tribunales creados en Vilamarín. Por ta tarde el proceso para la elección del examen teórico se hará sacando cinco bolas entre las 67 que representan al temario de la oposición. Tendrán dos horas para desarrollarlo, antes de sellar el sobre que tendrán que abrir para presentarlo ante el tribunal, cuando se proceda a llamarles en próximas jornadas. Además de en el IES Vilamarín, la provincia de Ourense acogió a opositores para esta convocatoria de la Xunta en O Carballiño, Ribadavia y en otros 14 centros educativos de la ciudad de As Burgas
