Arranca el Xantar na Casa en Ourense: «Non só lles traemos a comida, fixámonos en se están ben»
OURENSE CIUDAD
Tras la suspensión del programa de Comedor sobre Rodas municipal, la Xunta ya atiende a una veintena de usuarios ourensanos
18 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Son cerca de las nueve y media de la mañana y suena el timbre en la casa de Ladislao Mosquera y su mujer, María Luisa Gómez. Él tiene 88 años y ella cumplía este miércoles 98. Quien llama a la puerta es Yolanda López, la trabajadora que viene a traerles la comida para toda la semana. Es la segunda entrega que reciben del programa Xantar na Casa, al que se adhirió el Concello de Ourense para sustituir al antiguo servicio municipal de Comedor sobre Rodas.
Aunque hay algunas diferencias entre un modelo y el otro, el espíritu es el mismo, garantizar una alimentación saludable a las personas mayores o dependientes que corren riesgo de exclusión social. En los casi seis meses que se quedaron sin servicio tras la anulación del Comedor sobre Rodas y a la espera de la implantación del Xantar na Casa, Ladislao tuvo que buscarse la vida. En sus condiciones y a su edad, ni el ni su mujer pueden cocinar con regularidad y durante los últimos meses solían ir a comprar menús a una tienda de comidas preparadas.
Pero allí la elección de los alimentos y su preparación no tiene en cuenta sus necesidades especiales de alimentación. Sin embargo, el Xantar na Casa está personalizado y cada usuario recibe un menú adaptado a su situación concreta, como por ejemplo, la de Ladislao y María Luisa. Su régimen indica que deben tomar muchas verduras, algo que a él no le gusta demasiado. «Nós somos de antes da guerra, ¿sabe? Entón, as cenorias eran para os burros e nada máis», bromea el hombre.
En cualquier caso, según dice, la primera experiencia con el programa de la Xunta es mejor que con el servicio anterior del Concello de Ourense. «Aquilo era unha trapallada. Os pratos eran máis grandes, pero máis ruíns», resume el hombre, que en solo dos visitas ya ha establecido una buena relación de entendimiento con la trabajadora que hace los repartos. Al contrario con lo que ocurría con el Comedor sobre Rodas, ahora la comida llega una vez a la semana. Los usuarios reciben un menú con un primer plato, un segundo, un postre y pan para los siete días siguientes. Antes, con el servicio municipal, las entregas eran diarias, pero los repartidores tenían una llave y dejaban los paquetes frente a la puerta.
Este modelo es diferente. «Nós non só nos dedicamos a traerlles a comida, tamén facemos un seguimento social, fixámonos en se están ben ou se necesitan algún tipo de axuda», explica Yolanda López, que entra en el piso de Ladislao y María Luisa para introducir los recipientes en los que va envasada la comida para toda la semana. Se elabora en Silleda con el sistema de «atmósfera modificada», que permite conservar los alimentos manteniendo sus propiedades durante más tiempo. De este modo, los usuarios solo tiene que calentar los envases y comer. Además, Yolanda López y los compañeros del Xantar na Casa que acuden al resto de viviendas incluidas en el programa revisan la nevera de los beneficiarios para comprobar si funciona de forma adecuada y se fijan en todo por si es necesario alertar a los servicios sociales.
El Xantar na Casa arrancó con una veintena de usuarios y semana a semana se irán uniendo más hasta un máximo de 62.