«En verano nuestro público objetivo son jóvenes y niños»

sara pérez / R. n.

OURENSE CIUDAD

COORDINADOR DE ACTIVIDADES INFANTILES
COORDINADOR DE ACTIVIDADES INFANTILES MIGUEL VILLAR

Adrián Rodríguez escubrió su vocación social hace veinte años al colaborar con una asociación juvenil de tiempo libre

22 jul 2019 . Actualizado a las 16:31 h.

Los veranos en Ourense queman. Lo cierto es que las temperaturas alcanzan unos niveles difíciles de soportar, y eso se convierte en razón suficiente para que los ourensanos abandonen la ciudad y vayan en busca de algo parecido al aire fresco. Pero otros tienen que trabajar, como Adrián Rodríguez (Ourense, 1982), que ejerce de coordinador en Amencer, una asociación juvenil que llena los meses de verano de actividades lúdicas para todos los niños que gratuitamente deseen asistir.

Adrián llegó hasta la organización por «casualidades de la vida», pues sus padres decidieron que cursaría sus estudios en Salesianos. Empezó, en un primer lugar, como destinatario, acudiendo a los campamentos que organizaba la asociación. Pero a medida que fue creciendo comenzó a realizar tareas de voluntariado. Su camino más profesional en Amencer no se consolida hasta que él cumple los 20 años, momento en el que ejerce como técnico. Hasta el día de hoy, que dedica su tiempo exclusivamente a la Federación de Centros Juveniles de Amencer. «A raíz de ser destinatario, pensé en devolver a la sociedad todo lo que me aportó Amencer», asegura Adrián. Su trabajo en verano se centra más en la organización de las asociaciones juveniles de Galicia, Asturias y Castilla y León, que gestionan los campamentos. El coordinador asegura que cada vez la sociedad demanda una seguridad mayor y que eso requiere una burocratización y papeleo. Y a eso dedica él el verano. Un factor que altera las características y la oferta de actividades en julio y agosto es el público objetivo. «Durante el resto del año te dedicas a proyectos sociales y de refuerzo escolar. En verano nuestro público objetivo son jóvenes y niños. Al no tener clases, el trabajo es más intenso; de mañana y tarde», comenta Adrián. Según él, en Ourense el fin de semana se extiende a toda la semana.

Con la llegada de los meses de estío la gente se ilusiona. En el caso de Adrián, el anhelo está relacionado con el proyecto educativo de Amencer. Un momento en el que se dispone de más horas para poder intervenir con los niños. «Durante el curso tienen mil cosas que hacer: sus clases, las actividades extraescolares... Por lo que el tiempo de intervención en esos meses se reduce al fin de semana. Pero el período de verano es perfecto», manifiesta Adrián. En los campamentos combinan una educación informal y formal, pues así consiguen llegar más a los niños.

Amencer cuenta con un equipo joven que se renueva constantemente. Adrián aporta al proyecto la experiencia de tantos años colaborando con la asociación. «Hace falta un equipo maduro que aporte una red de seguridad. Y lógicamente la burocratización no puede ser labor de un voluntario», comenta el coordinador. La relación entre monitores y voluntarios es especial. El coordinador recuerda un momento del pasado, donde con 16 años se sintió «uno más» en el grupo de los voluntarios.

«Comencé de niño sin comerlo ni beberlo», describe sus inicios en la asociación Adrián. Muchas de las competencias con las que cuenta hoy en día son gracias a la participación en los proyectos de entidades de tiempo libre. «Me sirvieron para desarrollar las capacidades que tengo en el ámbito laboral y social. Trabajar en Amencer es una forma de devolver la gratitud a los niños y a la sociedad», confiesa Adrián. No obstante, lo que más aprecia de los campamentos y demás experiencias son los valores que ha adquirido en ellas. «Mi escala de valores yo la he forjado en estas actividades de tiempo libre», afirma Adrián. Exactamente eso es lo que tratan de hacer con los niños en verano: educar en valores para que en un futuro cuenten con ellos. En el mes de agosto comenzarán los campamentos urbanos, donde participarán alrededor de dos mil niños en ciudades de toda Galicia. En Ourense llegarán a los 750.

«Merece la pena. El hecho de hacer algo por los demás es muy gratificante, no solo para ti», garantiza Adrián. Ese es el mensaje que desea enviar a la población que pueda estar pensando en hacer cualquier tipo de voluntariado. En Amencer todo tiene cabida y toda aportación, por pequeña que sea, significa mucho para los niños. Más o menos, esa fue la idea que hace veinte años le transmitió a Adrián un salesiano, una figura que ha marcado el camino del coordinador durante todo este tiempo. Y en gran medida, pues gracias al trabajo realizado con la asociación juvenil descubrió que lo que verdaderamente le gustaba era trabajar con personas. «Mi vocación social la descubrí al colaborar con la Asociación Juvenil Amencer», expresa Adrián Rodríguez