«Lo que más me gusta es el teatro lírico, pero no le pongo límites»

sara p. peral OURENSE

OURENSE CIUDAD

Agostiño Iglesias

El próximo sábado el barítono Borja Quiza actuará en el plaza Mayor de Ourense

28 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Borja Quiza (Ortigueira, 1982) conoció la ópera a los 18 años y se quedó fascinado. En el año 2016 visitaba Ourense para ofrecer un concierto Alma, corazón e vida en el auditorio municipal. El próximo 1 de septiembre repetirá, pero en esta ocasión actuará en la plaza Mayor de la ciudad.

-¿Quién es Borja Quiza?

-Borja es un chico de Ladrido, Ortigueira, al que le gustan mucho muchas cosas. Después de probarlas, entre ellas la informática, decidió que la ópera -el teatro lírico- era la disciplina que más cosas diferentes juntaba en un mismo concepto. Todo lo que Borja Quiza sabe lo puede utilizar en un mismo trabajo, que es ser cantante de teatro lírico.

-Para usted la música no tiene límites ni etiquetas, pero, ¿qué prefiere?

-Lo digo siempre. Las referencias en la música son infinitas, pero evidentemente lo que más me gusta es el teatro lírico -ópera y zarzuela-, pero no le pongo límites. Además me molesta mucho que la gente tenga que diferenciar entre música culta y música popular. Pienso que todo esto es un problema de referencias, porque resulta que Verdi era un músico popular del año 1910 en Italia. El tema es que ahora sí que separamos, cuando no deberíamos hacerlo. Lo que sucede es que los cantantes líricos tenemos unos recursos muy altos porque el nivel de exigencia es mucho mayor que cuando se cantan otras cosas. Pero qué bien que podamos utilizarlos para cantar un bolero bien cantado.

-Ha recorrido los mejores teatros. ¿Cómo fue la primera vez que se subió a un escenario?

-Fue muy emocionante. Uno no hace las cosas para conseguir el doble check de recorrer los teatros en la lista. Es cierto que al final es un reconocimiento, porque llegar a esto son muchas horas de estudio y dedicación. Ladrido, donde yo nací, tiene 150 habitantes, pero yo conté con la suerte de que mi abuelo compró un piano. La música formaba parte de mi vida como otras muchas cosas, pero siempre estuvo ahí. Empecé cantando habaneras en las rodillas de mi abuelo y de ahí parte todo. Cuando vienes de un sitio tan pequeño y tan alejado del teatro lírico, es cierto que el recorrido es mucho mayor, y cuando lo consigues es un orgullo. De todas formas, para mí ya es satisfactorio actuar en cualquier escenario haciendo lo que me gusta, que es el teatro lírico.

-¿En algún momento pensó que se dedicaría profesionalmente a la música?

-La verdad es que no y es muy curioso, porque yo hago un análisis de mi vida y aunque siempre estuve en contacto con la música nunca tuve un planteamiento profesional. Yo descubro la ópera muy tarde, con 18 años. Es ahí con el teatro lírico cuando realmente me doy cuenta de que eso es lo que quiero hacer.

-¿Qué se encontrará el público el próximo sábado?

-Será un concierto bonito. Son canciones que todo el mundo conoce que cuentan con arreglos bonitos y con un nivel muy alto de los músicos que vienen conmigo. No será solo disfrutar de mí, sino disfrutar de todo el conjunto.

-El concierto será en el exterior. ¿Qué diferencia encuentra con el que ofreció en el año 2016 en el auditorio?

-Está claro que hay dificultades en ello, aunque no dependan tanto de mí, pues son más bien técnicas. Las luces cambian, el sonido... Pero para eso están los técnicos. A mí me gusta mucho porque creo que este tipo de música es sensual, muy de una noche de verano. Poder escuchar este repertorio al aire libre lo hace todavía más bonito.