Piden 6 años de cárcel por el intento de secuestro a un abogado y a su familia

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

IAGO CORTÓN

El sospechoso buscó a dos sicarios para que ejecutasen su plan, porque quería cobrar una deuda

26 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso que a principios del 2017 causó conmoción en Ourense llegará a juicio en la Audiencia provincial en unos meses. La Fiscalía, de momento, ha presentado ya su acusación por el asunto, que motivó la detención y encarcelamiento de un empresario de Verín al que se arrestó por haber planeado extorsionar a un abogado con despacho en la capital, organizando el secuestro de su esposa y de su hijo, y el del propio letrado.

En ese escrito se apunta a una deuda económica entre la víctima y el empresario Carlos R. R., como el origen de todos los acontecimientos. Así, y de acuerdo con esta parte, el abogado no habría satisfecho al acusado una cantidad económica que le debía al sospechoso por un negocio anterior, y este sintiéndose frustrado por ello, habría trazado un plan para forzar al letrado a satisfacer esa cantidad económica. «Con intención de forzar el pago de la deuda y castigar al abogado, al que consideraba causante de los diversos problemas económicos en los que se encontraba, procedió entre finales del 2016 y principios de 2017 a contratar de dos personas a las que ofreció dinero a cambio de que las mismas retuvieran a la esposa y al hijo menos de ambos», explica el escrito de conclusiones provisionales, en el que se menciona que todo este plan se tramó «al objeto de intimidar a aquel y lograr el cobro de la deuda». En caso de que solo con retener a las víctimas no lograsen su propósito, habría ordenado el sospechoso a sus contratados que las intimidaran con jeringuillas, incrementando aún más la presión y el temor en ellas.

 Fueron a las autoridades

«Con el fin de alcanzar el objetivo que se había propuesto, el acusado hizo entrega de parte del dinero prometido a los contratados, así como de un plano en el que aportaba los distintos datos para llevar a cabo su plan», asegura la fiscal encargada de ejercer la acusación en un asunto que, finalmente, no salió como Carlos R. R. habría planeado ya que los dos sicarios no solo no llegaron a hacerse cargo del encargo, sino que en su lugar -y seguramente a sabiendas de los riesgos penales que corrían si aceptaban la propuesta- optaron por acudir a las autoridades.

Así, en febrero del 2017 se personaron en las dependencias de la comisaría ourensana y denunciaron los hechos, lo que provocó una inmediata respuesta de las autoridades policiales, que arrestaron al presunto cabecilla del plan y lo pusieron a disposición judicial. El 21 de febrero el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense dictó auto de prisión para el detenido, al tiempo que se ponía a las víctimas en conocimiento del riesgo que habían corrido.

Pero, en realidad, aquello no había terminado todavía. Lejos de olvidarse de su plan, el empresario verinense volvió desde prisión a intentar contratar a gente para que lo ejecutase.

Así lo recoge también el informe de fiscalía, quien da cuenta de que, en los días posteriores a su ingreso en prisión, Carlos R. R. intentó de nuevo contactar con un recluso que estaba a punto de terminar su condena. La idea era que, cuando saliese, esta persona secuestrase, esta vez sí, al propio abogado, cobrándole 50.000 euros a cambio de dejarlo libre. Por este trabajo el sicario recibiría 10.000 euros como pago.

Sin embargo, el acusado de nuevo falló en su intento ya que el hombre al que le hizo el delictivo encargo no solo no lo cumplió, sino que también lo denunció ante las autoridades.

Así que ahora a Carlos R. R. se le imputa un delito continuado de proposición para cometer un delito, por el que se enfrenta a una petición de seis años y medio de prisión. Además, no podrá acercarse a sus víctima durante siete años y medio, en caso de ser condenado.