Valdeorras consolida con sus premios los vinos de uva godello y mencía

El coronavirus, que todo lo condiciona, se llevó por delante la Feira do Viño de Valdeorras. No habrá este verano el escaparate de vinos en la comarca, que cada año atrae a más visitantes en la plaza barquense de Viloira. Pero sin feria, lo que no quisieron desde el consello regulador es dejar de rendir homenaje a los verdaderos héroes vitícolas, los bodegueros, según los definió el presidente del colectivo, José Luis García Pando, en la entrega de los premios de la cata que cada año se celebra con motivo de la feria. Habitualmente solo se permite participar en la cata a las bodegas que asisten an la feria, pero este año se permitió a todas las amparadas por la denominación de origen. En total, se presentaron 21 bodegas, con hasta 57 referencias distintas. En blancos ganaron tres godellos, y tres mencías en tintos, dejando claro cuáles son las variedades estrella en Valdeorras.

mejor blanco

O Luar do Sil, de Pago de Capellanes. En 2014, el matrimonio formado por Paco Rodero y Conchita Villa llegó a Valdeorras buscando elaborar un blanco. Las pruebas en una bodega en O Carballal dieron buenos resultados y finalmente decidieron comprar una en Seadur (Larouco). Era 2016. Desde entonces el proyecto no ha dejado de crecer, ahora con la hija de la pareja, Estefanía, al frente. Tienen ya 20 hectáreas de viñedo, y compran uva también a viticultores de Seadur, Larouco, Córgomo, O Barco y Rubiá para sacar adelante una producción cada vez mayor (216.000 botellas del godello premiado, 25.000 del sobre lías y 3.000 de Vides de Córgomo). La segunda enóloga, Jessica Domínguez (el enólogo jefe es Pablo Ibáñez), destaca su diseño. «Lleva una etiqueta blanca, y cristal en lugar de corcho, y llama mucho la atención», explica.

En segundo lugar quedó Alán de Val, de Alán; mientras que el tercer puesto fue para Casal Novo de Adega O Casal.

mejor tinto

Viña de Fornos de Fornos GRS. Germán Rodríguez Salgado decidió en 1986 coger las riendas del viñedo que desde 1953 venía trabajando su padre y se convirtió en una de las primeras bodegas en embotellar en la D.O. Valdeorras. La suya es, como él mismo la define, «una bodega pequeña sin vocación de crecimiento», y aunque amplió un poco la superficie de viñedo heredada, no piensa en seguir plantando más. Solo trabaja con uva propia, así que cada año saca al mercado (todo depende de la cosecha) entre 12.000 y 15.000 botellas de mencía y entre 18.000 y 20.000 de godello.

En segundo lugar quedó O Cepado, de O Cepado; mientras que el tercer puesto fue para Viñaredo, de Bodega Santa Marta.

Menciones especiales

Mil Ríos godello 2018, de Terriña. Salió al mercado a finales de abril, porque tiene una crianza larga. Es Mil Ríos godello 2018, de bodega Terriña. «É unha selección das mellores uvas da adega. Dunha parte do mosto facemos unha maceración de burbas, que é mantelo coa parte da pel e os fangos, para extraer máis aromas e máis complexidade», explica la enóloga, Lucía Carballeira. Después de la fermentación se hace una crianza sobre lías, para después seguir en depósito y, más tarde, continuar en la propia botella. Del que acaba de salir al mercado hay 25.000 botellas.

Domus Crianza 2014, de Roandi. Desde 2011 elaboran en Roandi el vino Domus crianza, hecho a base de sousón «cun pouco de mencía e albarello», explica el bodeguero, Rogelio Moral. Cada año sacan al mercado unas 25.000 botellas, «con gran aceptación en España, pero tamén en Alemania e Suíza», resalta Moral.

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