Buscando parar el cáncer de mama

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

José Franco vive en Cambridge
José Franco vive en Cambridge Cedida

El ourensano José Franco estudia en Cambridge la evolución de las células normales en cancerígenas

15 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Licenciado, con un máster... y acabó en Londres haciendo sushi. José Franco Álvarez (O Barco, 1991) lo vio como una oportunidad para reforzar su inglés y buscar su oportunidad en el mundo de la investigación. Y lo consiguió, en Cambridge. Trasladarse allí (era febrero del 2016) no fue una decisión baladí. «Dentro del mundo de la ciencia y en especial en genética, Cambridge es lo mismo que Hollywood para el cine. Es la meca de la investigación en general y la genética en particular. Aquí se descubrió la estructura del ADN con Watson y Crick. Y se sentaron las bases de toda la Biología Molecular, el desarrollo de las células o la muerte de las mismas con el increíble trabajo de personas tan importantes como Sydney Brenner», relata. A eso se une que todas las semanas hay charlas de ciencia, cultura, música... y en ellas es factible encontrarse a algún premio Nobel, asegura. «Como científico, venirme a Cambridge era una oportunidad que no podía dejar pasar», asegura.

En este tiempo ha conseguido empezar su doctorado, y después quiere hacer un post-doctorado, por lo que Cambridge se aventura como su hogar al menos unos tres o cuatro años más. Para después todavía no tiene planes. En un futuro a largo plazo le gustaría volver. «Galicia siempre es y ha sido una opción para volver, es mi casa», dice. Pero también cree que no será en el corto ni el medio plazo. «Sé que esto es para unos 3 años más, y luego se verá. Creo que, como todo, la investigación te va llevando», apunta.

Franco vuelve a casa unas dos o tres veces al año. Navidad, verano y, a veces, Semana Santa. Este año no ha podido ser. Y cada vez es más difícil. Relata que con la cancelación del vuelo Londres-Oviedo, las combinaciones de transporte son más difíciles. «A Madrid voy más a menudo, cada 2 meses tengo algún viaje hasta Madrid, ya que mi pareja esta haciendo su posdoctorado en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC)», cuenta.

Le pilló en Madrid

Franco estaba en Madrid el 8 de marzo, cuando la pandemia del coronavirus se estaba complicando. Franco relata que algunos compañeros decidieron volver a sus países de origen. Él optó por quedarse porque al vivir solo entendía que podía aislarse fácilmente. «Irme a casa implicaba un tren hasta el aeropuerto, vuelo de 2 horas y media hasta Madrid y tren o bus hasta O Barco. Esto suponía mucho riesgo de contagio al estar en contacto con mucha gente. Mi madre tiene asma y mi padre es diabético por lo que consideré que no merecía la pena poner en riesgo a mi familia por ir a pasar la pandemia allí», explica. De vuelta en Cambridge, el día 9, decidió empezar una cuarentena preventiva. Tres días después la Universidad anunció el cierre de sus instalaciones, a las que han ido volviendo los trabajadores, aunque poco a poco. «En dos meses y medio salí de casa siete veces», cuenta. «Mi cuarentena la he pasado analizando datos, leyendo artículos de investigación y libros, practicando un poco la guitarra, haciendo algo de deporte…. Llevo estos dos meses y medio sin tener contacto real con nadie conocido, todas las reuniones que tengo son por videollamada», añade.

Ha seguido trabajando en su estudio sobre las diferencias genéticas en las etapas intermedias entre las células normales y la aparición del cáncer, lo que se denomina pre-cáncer, de mama; en una búsqueda por lograr un tratamiento más directo y personalizado. «La idea claves es conocer nuestras ‘peculiaridades genéticas’, para predecir qué podemos esperar y poder poner remedio con antelación», explica.