En la calle Cabeza de Manzaneda, Komodamoda ofrece una alternativa original y a la última moda para las usuarias de las llamadas tallas grandes. El tiempo de la ropa seria y de colores sobrios para estas mujeres llegó a su fin.
-¿Valoran las clientas el cambio de diseño en ropa de tallas grandes?
-Sí, mucho. Yo trabajo hasta la talla 66 con diseños muy juveniles, que es de lo que se trata. Las jóvenes que tienen así sus tallas no tiene por qué ir vestidas de señoras.
-¿A partir de qué talla trabajas?
-De la 44 en adelante. En vaqueros, por ejemplo, empiezo en la 38, pero lo fuerte es de la 44 a la 66.
-¿Viene mucha gente que está en el límite entre la «talla convencional» y la talla grande?
-Sí, porque a partir de la 44 ya le llaman talla grande, cuando yo personalmente discrepo. Muchos problemas viene del tallaje de la ropa, que no está estandarizado como se dice. Hay gente que necesita una 40, pero dependiendo de la marca tiene que usar una 42 o una 44. Las tallas no están en absoluto estandarizadas .
-Aquí hay ropa informal y juvenil para señoras. ¿Qué pasa con los hombres de talla grande?
-Lo tienen muy difícil. A mí me piden ropa de hombre, pero llevo poco tiempo, así que de momento me centro en la de mujer y la de hombre, ya veremos más adelante. Por cierto que ahora, en febrero, empezaré con una línea de premamá en talla grande.