Las normas

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

CORTEGADA

21 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No hace mucho, mientras hacía un recado para el colegio de mis hijas, coincidí con una persona que me espetó: ¿Pero tú cumples las normas? Reconozco que me quedé sin palabras. Las respuestas se me fueron ocurriendo después, cuando ya no me tenía más que a mí misma para escucharlas. «No, claro, mando a las niñas al colegio para que las eduquen pero no hago caso a las instrucciones para que vayan teniendo claro que pueden hacer lo que les da la gana». Esa fue la contestación que me dictó la ironía. «Si ven que no sigo las normas, ¿cómo van a aprender ellas que tienen que hacerlo? Si falto al respeto a su profesora al ignorar sus pautas, ¿cómo pretendo que ellas la respeten y, es más, que me respeten a mí». Esa fue la respuesta didáctica. Y unas cuantas más se me ocurrieron y se le ocurrirían a usted si tiene sentido común. Hubo un tiempo que creí que los maleducados y los imbéciles eran minoría pero cada vez lo dudo más. Las normas no importan y seguirlas, para algunos, es de tontos. Lo que me dejó claro aquella escena es que de aquellos polvos, estos lodos. Solo desde ese absoluto desprecio a las normas que algunos maman se entienden otras cosas. Por ejemplo, que el PSOE permita que continúe como concejal en Cortegada un condenada por amenazar a un vecino, pese que a que su código ético le señale la salida. ¿Qué nos queda si ya ni por las sentencias se tiene respeto? Que el edil viva en un territorio de despotismo -que no se lo niego, ¿no le pasa eso a un buen número de ourensanos?- no justifica la amenaza ni la ignorancia de la sentencia.

Y usted, ¿es de los que cumple las normas?