Martín Iglesias atesora minutos de calidad en la rotación interior del COB: «Sabía que la clave era mejorar desde el primer día»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Martín Iglesias, ala pívot del Club Ourense Baloncesto.
Martín Iglesias, ala pívot del Club Ourense Baloncesto. AGENCIA LOF

El pívot vigués lució ante Zamora con puntos decisivos en el último cuarto

17 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Martín Iglesias Fernández (Vigo, 2004) es uno de los cinco jugadores del cupo de formación a los que le ha tramitado licencia el Club Ourense Baloncesto en la presente campaña. El interior olívico está sumando desde los primeros instantes de su llegada al Pazo, encajando en esa rotación larga en la que Moncho López pretende que todo su plantel colabore en un alto ritmo de juego.

El joven que con 18 años se había estrenado en el filial EBA del FC Barcelona muestra personalidad e ideas claras: «Soy nuevo en la liga y supongo que el trabajo realizado en temporadas anteriores en otros torneos es lo que hizo que confiaran en mí este año. Seguro que quieren que sea efectivo y que sea capaz de poner en pista un nivel físico diferente al de mis compañeros. Tengo que emplearme con la máxima intensidad».

El pívot de 2,04 metros de altura ha trabajado bien en acondicionar su cuerpo para una batalla que no es sencilla, llegados al nivel de la Primera FEB. Si en la cantera del equipo culé llegó a promediar 16 puntos por encuentro con los sub-18, en su segunda campaña en Huesca, dentro del tercer nivel estatal, fue capaz de sostener su producción anotadora en los 7 puntos por partido, elevando la media en rebotes (5,2) y asistencias (1,1): «Estoy satisfecho de mi inicio de temporada. Ante un rival muy fuerte como Alicante, solo las desconexiones nos pasaron factura. Mejoramos ante Palmer, pero arrastraba una lesión de tobillo y solo pude ayudar siete minutos, así que fue Okanu el que se hizo imparable para ellos. En Zamora llegó lo mejor».

Y tanto, porque el vigués fue uno de los hombres más determinantes del equipo para lograr la segunda victoria de la temporada y colocar ese saldo positivo en la clasificación. Iglesias sumó 13 puntos en los 15 minutos que permaneció en la cancha, con 4 rebotes. Encestó 4 de 5 lanzamientos en tiros de campo y 5 de 6 en tiros libres, algunos con el peso de la responsabilidad encima, cuando los de casa recortaban distancia: «Trabajamos para eso toda la semana. Pensaba, con calma, no se depende de nadie, solo de lo que hemos ensayado. Estoy yo solo y soy yo el que tiene que meterla».

Pese a su juventud, Martín observa con cierta relajación un futuro en el que «no todos los partidos serán como el de Zamora, otras veces serán Lisboa, Okanu o cualquier otro compañero los que se encuentren en una situación similar».

Su regularidad es impropia de un jugador tan joven. Descontando el partido ante los baleares en el Pazo, lastrado por faltas y lesión, en los otros dos sumó 12 y 14 puntos de valoración, además de los intangibles que de una notable disposición defensiva.

«Si nos ceñimos al plan entrenado por la semana podemos hacerle frente a cualquiera. No tengo experiencia en la Liga como para evaluar este inicio, pero cuando menos es ilusionante, porque cuando nos ceñimos a lo que trabajamos durante la semana somos muy competitivos», reflexiona un joven de 21 años convencido de que así podrá medirse con las torres de la competición.

Volviendo al análisis de una competición en la que muchos creyeron que podía pagar la novatada, Martín se muestra también humilde y consciente de que su misión bajo tableros no es de las más sencillas: «Tengo que acostumbrarme al nuevo ritmo, sabiendo que estoy ante un reto mayúsculo, pero con las sensaciones positivas de que puedo afrontarlo. Sabía que la clave era mejorar desde el primer día, por muy complicado que sea».

De momento, el recién llegado ya dejó destellos de lo que es capaz de ofrecer en la rotación con Okanu y Gill.