Once años de cárcel para el hombre que mató en Ourense a su camello porque no le quiso vender dos gramos de cocaína

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez OURENSE

OURENSE

Jonatan R. P. , tras escuchar el veredicto del jurado que le considera culpable del homicidio de Evaristo Morín en Ourense.
Jonatan R. P. , tras escuchar el veredicto del jurado que le considera culpable del homicidio de Evaristo Morín en Ourense. MIGUEL VILLAR

Un tribunal del jurado declaró culpable de homicidio al sospechoso la semana pasada, sin apreciar circunstancias atenuantes

31 oct 2022 . Actualizado a las 15:38 h.

Once años de prisión. Es la condena que la magistrada de la Audiencia provincial de Ourense, Ana del Carmen Blanco, ha impuesto al hombre que confesó ante un jurado haber matado a su camello tras una discusión por dos gramos de cocaína. Menos de una semana después de que el tribunal dictaminara que Jonatan R. P. era culpable de un delito de homicidio sin atenuantes, la togada ha acotado el tiempo durante el cual este hombre de 40 años tendrá que estar privado de libertad. 

A pesar de que las acusaciones habían pedido doce años de reclusión para el homicida, la magistrada rebaja ligeramente el reproche penal, al no apreciar circunstancias que motiven una «exasperación punitiva».

En la sentencia, que también recoge que dos de las hijas del acusado sean indemnizadas con 22.000 euros cada una por la pérdida del padre, la ponente da por probada una secuencia de los hechos que se retrotrae a la noche del 4 de febrero del 2020. En torno a las nueve y media, el acusado llamó por teléfono a Evaristo Morín Machado, propietario de un bar situado en la calle Colón de la ciudad de As Burgas que desde meses atrás suministraba cocaína al acusado. Quedaron en verse esa misma noche en el negocio de hostelería.

Jonatan cogió su Seat Altea y se desplazó desde Celanova hasta la capital. Al llegar al bar, le pidió a Evaristo cuatro gramos de cocaína, pero este solo quiso darle dos porque el cliente le debía dinero de transacciones anteriores. Ese fue el detonante del crimen, tal y como confesó Jonatan el primer día de juicio y como da por hecho ahora la resolución. «Esto provocó una discusión entre ambos, en el curso de la cual Jonatan empujó a Evaristo, provocando su caída al suelo, donde le golpea en la cabeza, con la pistola que portaba, y le clava una botella rota en el suelo, ocasionándole la sección de la vena yugular, que produjo una importante hemorragia y provocó su muerte».

Poco ha podido hacer la magistrada en relación a las circunstancias atenuantes de responsabilidad penal que había puesto sobre la mesa la defensa. Esta parte pidió al jurado que tuviera en cuenta que Jonatan había confesado el crimen nada más ser detenido, pero el tribunal consideró que ese arrepentimiento llegó demasiado tarde, cuando el caso ya estaba resuelto y el acusado se vio acorralado por la Policía Nacional. En cuanto a su condición de drogodependiente, tampoco prosperó, al entender el tribunal que en el juicio no se emitieron pruebas que corroborasen su adicción.